Consejos verdes para comprar en el supermercado


Ser un consumidor verde no implica necesariamente la compra de productos orgánicos. En esto de la ecología hay grados, y no puede negarse que un comportamiento moderadamente verde también resulta valioso como contribución al cuidado del medio ambiente. Por lo tanto, veamos algunos sencillos consejos para sumar puntos eco en el supermercado.

Tener una actitud pro respeto ambiental a la hora de comprar puede marcar la diferencia sin necesidad de cambiar radicalmente nuestros hábitos o preferencias más allá de lo que uno esté dispuesto a modificar. Pequeños gestos como elegir envases retornables o productos concentrados y a granell, libres de envoltorios, acaban consiguiendo un resultado interesante a nivel estadístico.

En efecto, la compra que busca no despilfarrar, que huye del consumismo gratuito es un grano que no hace granero pero, como dice la famosa frase, ayuda al compañero. Entre todos, es decir, socialmente, por lo tanto, obtendremos beneficios ambientales al marcar tendencia en el mercado.

Ahorro y ecología

Comprar mejor a nivel ambiental también puede suponer un menor gasto económico. Precisamente, este tándem es el que debemos buscar cuando vamos al supermercado y elegimos sólo aquello más necesario, dejando de lado caprichos y gastos superfluos.

También derrochamos cuando compramos fijándonos más en el envoltorio que en el interior. En muchas ocasiones, el packaging se paga a precio de oro y supone una contaminación extra que no aporta beneficio alguno a nuestra salud. Por lo tanto, intentemos buscar alternativas a envoltorios plásticos o de corcho, tan contaminantes como pueda serlo, a su manera, todo producto que requiera un mayor procesado o que venga desde muy lejos.


Primemos los productos locales pues, además, en muchas ocasiones son más frescos. En cuanto a los envases, prefiramos el vidrio a las latas, el plástico y el tetrabrick. Por último, siempre serán mejor los envases grandes y los reutilizables, si bien hay que considerar también el uso que se va a hacer. De nada vale comprar cantidades mayores si luego se han de echar a perder.

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