La decoración de nuestro hogar puede renovarse de forma sencilla y sostenible recurriendo a las hojas secas. Dar un paseo por una avenida tapizada por hojas que ya están cayendo de los árboles o, aún mejor, paseando por el campo, bastará para hacernos con un maravilloso arsenal.
A la hora de conseguir un resultado estiloso intervendrá nuestro buen gusto e imaginación y, en todo caso, inspirémonos en ideas que son infalibles, como las que vamos a darte en este post.
Murales y otras manualidades
Empecemos por las imágenes que lo ilustran, por ese divertido mural de notas y fotografías que, entre hoja y hoja, sujetamos con unas pinzas que pueden ser recicladas e incluso adornadas con pequeños objetos como botones o retales de tela.
Quedarán más bonitas si jugamos con los colores, pintándolas del mismo color o combinando colores según sea el tono del hilo o cordón, que a su vez será sencillo hacer con ovillos de lana que tengamos por casa. Finalmente, elijamos el lugar, preferiblemente un fondo claro para que contraste.
Recolectemos hojas de diferentes formas y en buen estado, dejémoslas secar en caso de que no lo estén del todo y aplanémoslas introduciéndolas durante un par de días entre dos hojas, dentro de un grueso libro.
Con la ayuda de unas ceras de colores, carboncillo o lápices de colores podemos hacer dibujos preciosos que simulan hojas. Para conseguirlo, coloquemos primero las hojas sobre una mesa, cubrámoslas con un folio y pasemos la cera, frotando sobre el papel suavemente.
El resultado será el perfil de la hoja. Una junto a otra o en solitario, de uno o distintos colores nos permite hacer manualidades infantiles o crear dibujos que lucirán preciosos tal cual o incluso enmarcados.
Las hojas secas en distintas tonalidades, amarillas, anaranjadas y rojizas son perfectas para pegar sobre cristales y espejos. Sin profusión, simplemente como un toque especial. Bastará con colocar un par de ellas, tres, media docena, dependiendo de la superficie a cubrir o de cuál sea nuestra idea.
Las normas no existen, obviamente, y como único límite pongámonos el del buen gusto, si queremos que el resultado sea realmente estiloso. Hacer un centro de mesa o una corona para la puerta de casa con ramitas secas, piñas, hojas secas y otros frutos de otoño pueden quedar resultones.
Iluminación otoñal
Las hojas secas dan mucho juego para hacer un centro de mesa en el que empleemos también velas. Y, como puede verse en la imagen superior, las típicas luces navideñas pueden tener una segunda vida para iluminar una repisa, mesa o pared, combinadas con hojas secas hasta que les llegue su momento a finales de año.
Al poner las hojas sobre las luces cuidemos que no estén en contacto directo, por simple cuestión de seguridad. O, por qué no, hagamos una pequeña creatividad uniendo hojas secas pintadas con purpurina con ramitas e introduzcámoslas en un jarrón de cristal transparente, estudiando bien su ubicación para crear ambiente cuando se encienda una lamparita de noche o una lámpara de pie.
Las mesas bajas que suelen acompañar a los sofás en ocasiones tienen un espacio libre debajo del cristal para colocar fotos o pequeños objetos decorativos. Aprovechémoslo para colocar hojas de otoño.
Puede quedar igual de hermoso poner una sola hoja bien hermosa de un plátano, la típica hoja otoñal con forma de estrella, o llenarlas por completo de hojas secas, formando un tapiz completo bien colorido. Y, sea como sea, busquemos ese resultado original y estiloso que se integre en la decoración de la casa. Por lo general, la regla del «más es menos» funciona muy bien para lograrlo, pero también es cierto que las reglas están para romperlas…