Este diseñador sueco, de nombre Alexander Lervik, está un poquito loco, pero bendita sea esa locura si nos trae inventos tan jugosos como esta lámpara LED de chocolate, que se va derritiendo lentamente mientras va dejando filtrar la luz.
Sugerente e inesperado, así podríamos definir el ingenio de Lervik, que dice haberse inspirado en la forma de la luz cuando ocupa el horizonte como una mancha luminosa que va abriéndose camino al amanecer. ¿No es bonito?
En fin, dejando a un lado la poesía y la dulzura que rezuma la lámpara, diremos que su creador ha trabajado con especialistas en LED para crearla tal y como fue presentada finalmente este mismo año en la Galería de Kleerup, en Estocolmo.
Comerse el chocolate
Como puede imaginarse fácilmente, la lámpara aumenta lentamente en intensidad a medida que el calor de los LED va deshaciendo el chocolate, por lo que el proceso también inunda la atmósfera de un delicioso aroma.
La transformación se produce al poco tiempo y cuando el chocolate se ha fundido acaba convirtiéndose en trozos que, por supuesto, son comestibles. Se pueden comer fácilmente, por lo tanto, una vez se ha solidificado y enfriado.
¿Pero, por qué tiene forma de pirámide roma? La elección no ha sido un capricho, tal y como explica su autor: «La lámpara estaba inicialmente en forma de cubo, pero lo modifiqué. Elegí esta otra forma porque me pareció mejor cómo se derretía el chocolate «. Así, han sido más bien razones de estética las que han motivado su forma.
Por cierto, la lámpara sería perfecta para iluminar una cena romántica, cuya guinda no fuera otra que el chocolate, derretido y solidificado justo a tiempo para el postre. Eso sí, desconocemos si resultará peligroso en la práctica, por aquello de la electricidad y el líquido, pero por lo demás parece fantástica.
