Diseñan un sistema para convertir agua en combustible

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El agua sigue siempre se ha utilizado como fuente de energía por ejemplo a través de los saltos hidroeléctricos. Sin embargo, ahora puede tener otro uso, gracias a una investigación que ha permitido desarrollar un sistema que la convierte combustible, siendo una fuente de energía limpia y que funciona de una manera mucho más eficiente. El sistema es similar al de un pulmón.

Investigación

Esta investigación ha sido llevada a cabo en el seno de la Universidad de Stanford donde un equipo de investigadores ha desarrollado un mecanismo electrocatalítico que se caracteriza por ser como un pulmón de un mamífero.

Con este sistema, que se basa en el acto de inhalar y exhalar, se consigue convertir el agua en combustible, según se ha publicado en la revista Joule en la que se ha difundido esta investigación.

Este sistema parece realmente sencillo, puesto que la respiración se realiza de forma automática, aunque en realidad es un sistema bastante más sofisticado porque se produce un intercambio de gases de dos vías.

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De hecho, con cada respiración, el aire se va moviendo a través de los bronquios de los pulmones hasta que alcanza los alvéolos. Desde ahí, el gas pasa al torrente sanguíneo sin difundirse para evitar que se formen burbujas que resultarían dañinas.

La estructura de los alvéolos tiene una membrana de micrón de espesor, que facilita que las moléculas de agua sean repelidas en el interior y sean atraídas a la superficie exterior para que no se formen esas burbujas y el intercambio de gases se lleve a cabo con un alto nivel de eficiencia.

Todo esto ha inspirado el sistema para desarrollar mejores electrocatalizadores, ya que se la estructura del alvéolo, permite que se lleven a cabo los procesos distintos para mejorar las relaciones de inclusión tecnologías sostenibles.

Los procesos

El sistema realiza dos procesos. El primero de ellos es similar al de la exhalación. De esta manera, el mecanismo se encarga de dividir el agua para producir gas de hidrógeno, oxidando las moléculas de agua en el ánodo de una batería y reduciéndolas en el cátodo. El gas de oxígeno se transporta a través de la membrana delgada similar a la de un alvéolo.

En el segundo proceso, se simula la inhalación. Así se consigue generar la energía a través de una reacción que consume el oxígeno. El gas oxígeno es enviado al catalizador en la superficie del electrodo, lo que permite su uso como reactivo en las reacciones electroquímicas.

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