Escuelas con botellas de plástico en Guatemala


En países con pocos recursos (y menos dinero) sobran botellas de plástico y faltan materiales de construcción. Es el caso de Guatemala, donde se ha tomado una decisión: construir escuelas con esas botellas de plástico y aprovechar esos residuos contaminantes. Las botellas se acumulan en los arcenes de la carretera mientras que no hay escuelas para todos los niños. Algo no funciona en el sistema.

La ONG Hug It Forward pensó en una solución de equilibrio: hacer colegios con botellas de plástico para sustituir los materiales de construcción que no tenían y eliminar los envases que contaminaban el ambiente. La organización favorece un movimiento para inspirar a la gente, para un cambio de vida profundo, un cambio duradero.

Así, en algunas comunidades rurales de Guatemala se han empezado a construir escuelas con botellas: con botellas de plástico y otro tipo de basura. Los miembros de la comunidad colaboran para limpiar el medio ambiente de la zona y, al mismo tiempo, contribuyen aportando materiales para los muros de la escuela, creando la oportunidad de la educación, de un futuro para los niños que acudan para educarse.

En dos años, ya se han levantado catorce escuelas con botellas de plástico. El gasto medio ha sido de 5.000 dólares (menos de 4.000 euros). Pero aún faltan escuelas para muchos niños… y sobran botellas.

Esta alternativa al ladrillo, llamada eco-block, consiste en rellenar de residuos (como bolsas vacías de patatas fritas, que así también se reutilizan) las botellas de plástico para que sustituya al ladrillo como elemento de construcción. Para unir unas botellas con otras se usa una fina capa de cemento.

La organización plantea el proyecto como «win-win», todos ganan: el medio ambiente, porque se limpian las calles: los animales, porque se impide que coman los desechos plásticos; y los niños, porque se les permite acceder a la educación. Además, se revitaliza la economía local.

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