Azuma Makoto sigue demostrando que el arte de las plantas es un filón del que no cesa de sacar oro. El artista japonés sigue dejando con la boja abierta al personal con sus creaciones de vanguardia relacionadas con el jardín, las flores y las plantas en general. Sus últimas propuestas decorativas son unas esculturas que parecen mosaicos, realizados con miles de hojas dobladas que consiguen reusultados hipnóticos.
Para Makoto, el arte floral es un estilo de vida y, viendo estas últimas creaciones podríamos decir que además de arte también son un diseño o decoración sostenible que impacta desde el primer instante. Aunque la sorpresa forma parte de las obras de arte de este creador, que tiene una floristería en Japón desde hace una década, una auténtica ventana a su genio creador que podemos visitar online para disfrutar de su desbordante imaginación.
Volviendo a sus esculturas con forma circular, que irradian un esplendoroso verde, podemos admirarlas en la Gallery de Tokio, donde cuelgan de las paredes y del techo de la sala de exposiciones. Son de gran tamaño, y forman remolinos concienzudamente elaborados hojita a hojita, hasta conformar remolinos casi mágicos.
Otras de sus creaciones dentro de la misma colección ofrecen la imagen de un auténtico oasis, con un fondo de musgo y una planta tipo bonsay en el centro, también colgado de forma vertical.
El éxito que obtiene todo aquello que tocan sus manos obedecer a que entiende el arte y las plantas de un modo distinto, y a que sus creaciones se adaptan a todo tipo de espacios, desde una sala de reuniones hasta un escaparate, un anuncio publicitario, una playa o una simple vitrina o frasco de cristal. ¿Pero, y el aroma de las flores que utiliza en sus composiciones, también lo conservan? Eso sería genial.