Los plaguicidas son un mal común en prácticamente todos los vegetales convencionales, si bien algunas frutas y verduras tienen concentraciones más altas, por lo que se aconseja consumirlos con moderación o no hacerlo, optando por alternativas ecológicas en estos casos.
Aunque lo ideal es optar por productos ecológicos, no siempre se tiene un bolsillo tan boyante como para poder llenar la despensa de frutas, verduras y hortalizas biológicos, teniendo que optar por soluciones intermedias en las que se prioriza la compra de aquellos vegetales que suelen tener más pesticidas, o lo que es lo mismo, que conllevan un mayor riesgo para la salud.
Una compra informada requiere conocer qué productos sería mejor evitar o elegir en versión bio, una información que nos llega calentita gracias a un reciente estudio estadounidense del Grupo de Trabajo Ambiental (EWG, por sus siglas en inglés), una organización especializada en investigar los productos químicos tóxicos y en su repercusión en la salud humana.
Manzanas y melocotones
De acuerdo con el EWG, de una muestra de más de 700 manzanas, un 98 por ciento tenía rastros de pesticidas y un 92 por ciento como mínimo dos tipos de pesticidas, por lo que se debe lavar concienzudamente antes de comer o directamente pelarlas si bien el mismo estudio halló pesticidas en piezas lavadas y peladas, por lo que lo que conviene tomarlas ecológicas. En este mismo nivel, los melocotones y el apio están fuertemente tratados.
Las fresas no se quedan atrás. Con un total de 13 pesticidas detectados, esta fruta puede llegar a representar un peligro para la salud, pero también es cierto que en número de pesticidas la manzana le gana por goleada, casi quintiplicando esa cantidad.
Por otro lado, en la uva analizada, toda ella importada a Estados Unidos, se detectaron al menos 14 pesticidas. Lo peor, sin embargo, es que la piel fina hace que atraviesen la piel y lleguen a la pulpa, por lo que optar por la variante ecológica sería perfecto.
En los pimientos se encontraron 13 sustancias químicas, siendo preferibles los verdes por ser recolectados antes que los amarillos o los rojos, con lo que la carga química también debería ser menor.
En el grupo de los vegetales que crecen cerca del suelo encontramos un sinfín de tipos cargados de pesticidas, pues su cercanía obliga en muchos casos a intensificar la protección contra los insectos, como ocurre con la patata o con la espinaca. Se salvan los boniatos.