Además de ser el fundador de Microsoft, Bill Gates es un mecenas enfocado a inventos que considera claves para el futuro de la humanidad, buscando su bienestar y reducción del hambre en el mundo.
Aunque su afición por lo transgénico como medio para alcanzar sus fines es muy discutible, no puede negársele una saludable inclinación a subvencionar las energías limpias y otros inventos ecológicos. Pero no solo eso, porque además se lanza a realizar predicciones sobre el mundo que nos espera.
Sólo energía limpia
El magnate predijo con éxito, por ejemplo, que la red ofrecería comparadores de precios y que los smartphones iban a ser mucho más que un simple teléfono. Ahora, se ha despachado bien explicando a la revista Forbes algunas de sus nuevas predicciones.
Entre otros temas de gran actualidad, como son el bioterrorismo, la pobreza en el mundo o la banca móvil, Gates ha incluido en su listado las energías renovables. No podía ser de otra manera, habida cuenta de su bendita obsesión por éstas.
A su juicio, el potencial revolucionario de las energías limpias va a traducirse en un cambio vital que será a mejor. Hace poco más de un lustro, ya adelantó que la humanidad se vería obligada a satisfacer sus necesidades energéticas con fuentes de energía verde.
Hace apenas un par de años se atrevió a fijar una fecha. Dijo que en 2030 la mayoría de la energía procedería de fuentes renovables, en las que invierte cantidades millonarias. Se trata, en suma, de un cambio importante que marcará un antes y un después en el modus vivendi.
Asímismo, pronosticó que la robótica traerá una sustancial reducción de puestos de trabajo, así como el logro de la autosuficiencia productiva del sector agrícola por parte del continente africano. Por último, dice que el bioterrorismo puede ser más destructivo que una guerra nuclear y cree que en 2035 no habrá países pobres en el mundo o que la banca móvil crecerá y ayudará a muchas personas a salir de la pobreza.