Los procesos de refino del crudo de petróleo requieren elevados volúmenes de agua que precisan una gestión adecuada. La clave está en que la calidad de estos recursos hídricos depende del proceso de tratamiento del petróleo y del tipo de crudo utilizado para la obtención de los productos obtenidos como combustibles, productos intermedios o plásticos. Esto requiere de sistemas específicos. Y en esta línea se enmarca una nueva investigación para hacer un mejor tratamiento de este tipo de aguas residuales.
La investigación
Esta investigación se está llevando a cabo por un equipo de científicos de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), en colaboración con investigadores de la compañía Repsol. El objetivo de este trabajo es así tratar de aumentar de una manera eficaz la biodegradabilidad de las aguas residuales que proceden de las refinerías.
El trabajo del equipo de investigación se basa en incrementar esta biodegradabilidad de corrientes de aguas residuales con elevada toxicidad generadas en operaciones de refino y petroquímica.
En concreto, se ha propuesto un proceso de oxidación avanzada tipo Fenton. Esto ayuda a conseguir una degradación parcial o total de los contaminantes orgánicos persistentes, dando lugar a una disminución de la toxicidad del efluente.
Los resultados, que se han publicado recientemente en la revista Journal of Environmental Chemical Engineering, reflejan que se logra la eliminación casi completa del furfural (es utilizado habitualmente en la extracción de hidrocarburos) para compuestos más biodegradables a una temperatura moderada, así como una concentración de oxidante baja.
La tecnología que se emplea es un proceso de oxidación avanzada con la que la oxidación de contaminantes orgánicos en compuestos más sencillos de degradar y de menor toxicidad. De este modo, pueden ser tratados posteriormente en el tratamiento biológico convencional de las depuradoras de estas aguas residuales.
El equipo
La investigación ha sido desarrollada por el equipo de investigación del Grupo de Ingeniería Química y Ambiental (GIQA) de la URJC, en colaboración con Repsol Technology Lab. La tecnología desarrollada se enmarca en el proyecto de Doctorado Industrial de la Comunidad de Madrid.
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