Las lámparas bautizadas como Lungplants parecen cualquier cosa menos lo que son. Por mucho que las observáramos en acción, difícilmente sabríamos que estos dispositivos que respiran, creados para la decoración, también realizan la purificación del aire interior y consiguen una iluminación eficiente.
En efecto, estas insólitas esculturas proporcionan una iluminación LED diferente, que se alimenta mediante la inhalación y exhalación de aire de forma constante, un movimiento que permite alimentar una luz en su interior.
Así, su incansable respiración simboliza el sistema respiratorio de muchos organismos vivos, como modo de proporcionar el oxígeno necesario a nivel celular para poder generar energía. Ese mismo sistema es el que inspiró a los creadores de estas lámparas, del estudio Tim van Cromvoirt, para crearlas.
Colocadas en forma colectiva paracen un grupo de medusas o de organismos vivos fantásticos que recuerdan a los escenarios de la película Avatar, si bien están confeccionadas con plástico. Además, su funcionamiento es cíclico, proporcionando una sensación de entorno biológico, de auténtico ecosistema natural.
Autonomía energética
Se alimentan del aire que genera un ventilador, si bien otra fuente natural de aire podría servir igualmente para activar su sistema. Tras acumular la suficiente electricidad, se ilumina una lámpara LED que tiene en su interior, por lo que además de decorar y usar una luz ecológica, tiene una interesante autonomía.
Su fascinante diseño se aprecia cuando se colocan varias formando un conjunto, algo que, por otra parte, resulta difícil de integrar en un hogar, si bien abre las puertas a futuras creaciones más adaptables al ámbito doméstico.
Su misma esencia, es decir, su constante cambio de forma y su respiración acompasada resultan idóneas para decorar entornos familiares, donde el relax y la eficiencia energética son dos valores muy importantes. Unos filtros incorporados en su superficie, por último, son los que permiten limpiar el aire.