Messi come ecológico

Messi balon oro
Los famosos a menudo son noticia por sus gustos culinarios, y en ocasiones también por su decisión de hacerse vegetarianos o por su afición por lo bio. Actualmente, sigue siendo noticia comer ecológico, se ve como algo curioso y, cuanto menos, es motivo de conversación.

Al divulgarse la noticia suele añadirse el motivo de la decisión, y es que las razones por las que las celebridades se pasan a la comida eco suelen ser dos, fundamentalmente: la conciencia vegana o cuestiones de salud. ¿Cuál de los dos será el caso de Lionel Messi?

Mucho me temo que su objetivo nada tiene que ver con lo ético. No se trata de evitar el sufrimiento animal (se pirra por los asados de carne de su Argentina natal) ni tampoco de un problema de salud. En este caso estamos ante un caso atípico, pues si bien Messi ahora come todo ecológico por prescripción médica, no lo hace por tener patología alguna sino por buscar en la alimentación un gran aliado para la excelencia deportiva.

Nada de conservantes ni pesticidas

Este radical cambio en su alimentación se debe al consejo del médico italiano Giuliano Poser, un prestigioso profesional que aconseja la alimentación bio a otros muchos deportistas de élite, entre otros al equipo Unión Deportiva Ciudad de Palermo.

Aunque no ha trascendido la dieta que sigue el mejor jugador del mundo de todos los tiempos, la prensa italiana sí ha difundido las características de la dieta del doctor Poser. Básicamente, su consejo general es tomar productos ecológicos, lo que significa primar los alimentos procedentes de cultivos orgánicos. Por contra, se consideran contraproducentes para la salud aquellos que contienen grasas saturadas de procedencia animal o vegetal, grasas vegetales hidrogenadas, conservantes, pesticidas, fungicidas, así como aditivos artificiales, entre otros el glutamato de sodio o el aspartamo.

Maximizar el rendimiento

Poser apuesta por este tipo de alimentación natural para conseguir que los deportistas tengan un mayor rendimiento, lo que implica menos bajas y, sobre todo, estén en plena forma el mayor tiempo posible para sacar el mayor partido de sus entrenamientos. A su vez, se reduce de forma importante del uso antiinflamatorios, analgésicos y antibióticos.

También elimina o reduce al mínimo la ingesta de alcohol, lactosa, levadura, sacarosa y harina de trigo refinada, al margen de que sea bio o no. Y, como es lógico, personaliza la dieta a cada paciente a partir de una serie de parámetros, como el resultado de la prueba de kinesiología mensual que les realiza para conocer qué alimentos no son tolerados de forma particular.

Esos alimentos no tolerados o mal tolerados (harina de trigo, carne de cerdo y vacuno, marisco, huevos, etc.) se eliminan durante un largo periodo de tiempo. Finalmente, después de tanto método y sacrificio con estas dietas son bastante restrictivas, teóricamente, al menos, se observa una mejoría física.

Plato Messi
Según la prensa italiana, que ha tratado el tema con profusión, la mejora física se debe a una mejora a la hora de hacer digestión, lo que se traduce en una mayor concentración en el juego. A su vez, se asimilan más nutrientes y, en suma, la comida alimenta más y mejor gracias a lo que el músculo rinde más.

Por otra parte, en lo que respecta a una mayor inocuidad alimentaria por la ausencia de toxinas (pesticidas, conservantes y demás quimicos) se consigue una mejor y más rápida recuperación tras los esfuerzos intensos. Se producen menos contracturas y también una menor vulnerabilidad ante virus y bacterias.

Todo muy bonito, aunque mucho me temo que la ciencia no puede respaldar todas y cada una de esas ventajas. No, al menos, de forma irrefutable, si bien se está intentando probar y se está avanzando en ese sentido con investigaciones que arrojan resultados en favor de la nutrición bio y en contra de los químicos. Y, sea como fuere, no hay duda de que más vale prevenir.

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