El desarrollo de un mundo sostenible dependerá de un cambio de mentalidad, un cambio en el modo de vida de todos y, sobre todo, un cambio en el modo pensar los objetos que se usan cada día, un cambio en el diseño de esos objetos, para ser más concretos. Un banco del parque sirve para sentarse, pero, ¿por qué no aprovechamos su superficie plana para algo más?
Las ciudades son grandes consumidores de energía, así que es esencial que se conviertan en autosuficientes desde el punto de vista energético. Para ello, hay que dar una vuelta de tuerca al mobiliario urbano (y a muchos otros elementos de la ciudad, de las casas, de las oficinas, etc.), para lograr ciudades inteligentes, donde se busque la eficiencia energética desde cualquier punto de vista.
En este sentido, se ha creado mobiliario que produce energía. Gracias a placas solares fotovoltaicas, se podrá producir electricidad desde bancos o marquesinas. Es energía de bajo coste y no contaminante y que podrá satisfacer las necesidades energéticas de los ciudadanos que vivan cerca de esos elementos urbanos. Electricidad generada en la ciudad para la ciudad.
Se prevé que la población de las ciudades siga aumentando y, por tanto, también su consumo energético. Por tanto, este proyecto de generación de energía gracias al mobiliario urbano ayudará a lograr un sistema energético sostenible en las ciudades. Se estima que la demanda energética crecerá un 40% en 2030.
Enercity, energía por toda la ciudad
El proyecto ha sido bautizado como Enercity y usará elementos urbanos como marquesinas, paradas de autobús, farolas, bancos, carteles, toldos o techos en generadores de energía que, además, estarán conectados a una red inteligente que sea capaz de gestionar esa energía.
El proyecto ha sido presentado en la Smart City Expo World Congress de Barcelona y tiene un presupuesto global de 1,3 millones de euros y una duración de cuarenta meses. En el proyecto participan las empresas FCC y CETEMMSA. El proceso de fabricación de los paneles solares flexibles se adaptará a escala industrial para que pueda ser usado por otras industrias.
Cada banco, cada marquesina, incluso cada papelera puede convertirse en un microgenerador de energía. Se produciría electricidad por toda la ciudad.