Nuevo material a partir del excremento de caracol


Hay que tener imaginación a raudales para intentar obtener un nuevo material a partir de las caquitas de los caracoles. Conseguirlo, además, tiene todavía más mérito, sobre todo considerando los fantásticos resultados conseguidos en multitud de colores.

Dejando al margen lo cuestionable de la cría de caracoles como tal, la idea tiene su interés, sobre todo porque podría extrapolarse a otros residuos biológicos que podría ser incluso del ser humano. De hecho, su reciclaje es algo que ya se hace con la placenta o con la orina, si bien todavía nadie ha explotado el tema de la coloración, al menos que sepamos.

En este caso, sin embargo, los excrementos de caracol se convierten en un material flexible de distintos colores, dependiendo del tono del papel que tengan a tiro los animalitos en sus urnas.

Hilos y alfombras

El subproducto obtenido por el diseñador holandés Lieske Schreuder es sorprendente no sólo por resultar maleable sino por su versatilidad a la hora de utilizarlo. Entre otros usos, se puede utilizar para hacer llamativas decoraciones en objetos, en el suelo, paredes o techos, para confeccionar alfombras y también sirve de materia prima para fabricar un hilo muy resistente.


Los excrementos son tan coloridos porque no pueden asimilar el pigmento del papel, por lo que lo expulsan entero. ¿Pero, por qué los caracoles se comen papel? Por lo visto, la celulosa presente en el papel los confunde y creen que comen vegetales. Así las cosas, sólo espero que también reciban una alimentación lechuguil, y que todo quede en un extravagante experimento sin continuidad.

La iniciativa es uno de los 57 inventos que forman parte de Biodesign, una exposición que combinar biología, arte, arquitectura y diseño, abierta al público hasta el 5 de enero de 2014 en The New Institute de Rotterdam.

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