Nuevo pavimento para que las ciudades sean menos calurosas

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Uno de los problemas habituales en las ciudades, sobre todo en los meses de verano, es el calor que hace. Pero esta situación puede tener los días contados gracias a un nuevo desarrollo. Se trata de un pavimento de alta reflectancia solar –cool pavements-, cuya principal función es evitar que en las ciudades se produzca el fenómeno denominado ICU (Isla de Calor Urbana). De esta manera, se reducirá el calor en las calles, lo que será beneficioso para minimizar el cambio climático.

El desarrollo

Este desarrollo está siendo realizado por la empresa constructora CHM dentro del Proyecto 2.0, que tiene soporte financiero del CDTI, dentro de la convocatoria CIEN, en la que también participan ocho empresas españolas. También tiene el respaldo del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).

La idea surgió al observar la aceleración del proceso de calentamiento global por factores como el cambio de vida de las personas y el paso de las zonas rurales a las urbanas.

A todo ello se suma un incremento de la motorización y la movilidad, aparte de tener que conservar o realizar trabajos de mantenimiento y hacer nuevas vías de comunicación como carreteras, entre otras.

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Todos ellos son factores que favorecen el fenómeno isla de calor urbana, que se produce cuando en una zona de una ciudad, ya haya sido creada o modificada por el hombre, es más caliente que las áreas circundantes al sustituir las superficies rurales -que son más verdes-, por otras realizadas con materiales con alta capacidad térmica y baja reflectancia solar.

Los materiales más empleados son el hormigón o el asfalto, que tiene una mayor capacidad de absorber y de almacenar energía en forma de calor.

Ahora, con este desarrollo, se trata de que no se produzca ese fenómeno para lo que se trabaja en una pavimentación que refleje la energía solar, de manera que la temperatura se mantendrá más baja en relación a los firmes convencionales.

Beneficios

Así, se logra reducir la temperatura superficial del suelo y la del ambiente. Además, presenta otra serie de beneficios como un ahorro en alumbrado público porque este tipo de pavimentos son de tonalidades más claras y con superficies de elevada luminancia.

También se produciría un ahorro de energía al tenerse que utilizar menos el aire acondicionado, sobre todo, en los edificios que están más cerca de zonas pavimentadas con hormigón o asfalto.

Otro efecto positivo es la mejora de la calidad del aire porque no se producirá niebla contaminante, que se genera cuando el ambiente es más cálido. Todo ello redundaría en la salud de las personas al reducirse el estrés térmico, ayudar a que se eviten los golpes de calor y la deshidratación.

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