Palet como cabecera de una cama


Los palets son una materia prima increíble para decorar fácilmente y obtener unos resultados fantásticos. Eso sí, hemos de tener gusto para colocarlo aquí o allí, y saber combinar su aspecto rústico o, si se quiere, informal, con unos accesorios muy determinados para lograr el efecto deseado.

En el caso de los cabeceros de cama, los palets dan mucho juego, ya sean pintados (elijamos pinturas o barnices no tóxicos) o luciendo de forma natural. Sea como fuere, siempre es aconsejable someter a la madera a un tratamiento de desinfección y posterior secado para evitar la aparición de mohos, hongos o cualquier otra contaminación biológica o química.

Por lo demás, la cosa es bien sencilla. Basta con elegir la altura donde queremos colocarlo y colgarlo de la pared, sin más, para disfrutar de un cabecero de lo más eco-amigable.

Muy estiloso

La gracia de los palets como cabeceros es su gran estilo. No sólo lo logran por sí mismos, que también lo hacen, sino en conjunto. Es impactante ver lo bien que quedan junto con almohadones de colores o entre un mobiliario auxiliar y paredes en colores neutros. Además, si nos fijamos en las imágenes, son perfectos para enmarcar una cama vestida con sábanas y colchas con diseños modernos y lucidos. Aunque, por supuesto, también admiten el estilo vintage o cualquier otro.

Su versatilidad y fácil combinación, en suma, constituye un aspecto destacable que explica el éxito que tienen estas estructuras, destinadas orginalmente al almacenaje de mercancías industriales. Igualmente, los palets se utilizan para otro tipo de muebles, como mesas, casitas para niños o incluso sofás.


Un truco para que la cabecera nos quede bien es no contentarse con el primer palet que encontremos, es decir, ser exigentes. Si se quiere elegir un modelo que cumpla condiciones muy determinadas, incluso podríamos plantearnos adquirirlo, probablemente a muy bajo costo.

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