Los franceses no quieren renunciar a producir aceite de oliva e intentarán ser competitivos, por mucho que los gastos puedan llegar a multiplicarse por diez con respecto a los del olivar español. Su plan es sencillo y favorece al entorno, aunque tiene sus peros. Sin ir más lejos, consiste en cultivar los olivos de forma ecológica para darle un valor añadido que les permita aumentar el precio hasta resultar viable o, todavía mejor, para llegar a hacer un buen negocio.
Como es fácil adivinar, el gran problema de esta idea no es otra que lo fácil que podría resultar copiarla. Lógicamente, habría que tener en cuenta el contexto español o de otros países del sur de Europa para concluir si, por qué no, finalmente el negocio del aceite eco-friendly acabarían haciéndolo estos inspirándose en este modelo sostenible de producción agrícola. Aún así, la noticia no es otra que la intención gala de hacer frente a la competencia española con este ardid.
Un valor añadido
Según AFIDOL, la interprofesional francesa de aceite de oliva, los costes de producción allí se sitúan en torno a 10 euros por cada litro, frente a los 2 euros por litro aquí en España. Una tremenda diferencia que se debe fundamentalmente al clima, menos adecuado en tierras galas. Al menos por ahora, porque también es cierto que en un futuro el cambio climático puede acabar haciéndolo idóneo para el olivo y mucho menos adecuado para su prestigioso sector vitícola.
Ante este negro panorama, Christian Argenson, director de AFIDOl cree que el futuro del aceite de oliva francés es conseguir más valor añadido a través de la producción ecológica o de las denominaciones de origen. Consideremos que en Francia el aceite de oliva patrio está por las nubes (puede alcanzar los 17 euros por litro), cuadruplicando el precio del aceite español.
La producción de aceite ecológico no cesa de crecer en Francia, si bien los porcentajes son muy minoritarios. Sin embargo, se trata de una opción en auge, con un aumento que rondó el diez por ciento de incremento entre 2010 y 2011. Entre otras cosas, la superficie dedicada era en 2011 de 4.130 hectáreas, en manos de 1.200 productores, lo que supone un 12 por ciento del total.