Puente construido reutilizando contenedores


Ya conocíamos casas hechas con contenedores reutilizados. O tiendas y puestos callejeros de ecológico diseño. Ahora os presentamos un puente construido con ese mismo material. Dicho puente servirá como entrada al parque Ariel Sharon y tendrá una longitud de 160 metros. Se ubicará en la carretera Lod, que une Tel Aviv con Bnei Atarot.

Este puente ecológico podrá ser utilizado por peatones, ciclistas y algunos vehículos especiales que funcionan como servicio de transporte para el público que visita el parque Ariel Sharon, un espacio creado con criterios ecológicos.

La idea era reutilizar algún material apropiado. Se pensó en contenedores de transporte, ya que hay casi un millón de este tipo de contenedores recorriendo el planeta cada año. Además, se consigue una cierta sensación de movilidad en el puente.

La estructura del puente se compone de contenedores viejos. Pero los acabados del puente también provendrán de materiales reutilizados, tanto los muros que hacen de pantalla, como parte del techo que dará sombra a los peatones que lo crucen.

Se ubicarán rejillas de ventilación a lo largo de la estructura y, entre ellas, se instalarán paneles solares fotovoltaicos para generar energía limpia y renovable para iluminar el puente y los alrededores.


Se intentará hacer el máximo de procesos en fábrica para reducir el impacto ambiental del lugar natural, respetándolo lo máximo posible. El puente permitirá que pasen vehículos ligeros, bicicletas y peatones.

Espacio multiusos

A lo largo del puente, se han ubicado algunos miradores (incluido uno hacia el cielo, a través de las rejillas). Hay dos balcones y zonas de descanso. El puente se convierte así en algo más que un lugar de paso: es un destino en sí mismo.

Las paredes se aprovecharán para mostrar mensajes ecológicos y exposiciones de temática ambiental. De este modo se concentra en un sólo lugar la arquitectura sostenible, la educación sobre el reciclaje, la reutilización y el consumo responsable, y la creación de espacios culturales.

Deja una respuesta