Siempre que esté bien surtida de frutas y verduras, nuestra nevera es un lugar idóneo al que acudir en busca de remedios naturales que nos saquen de un pequeño apuro. ¿Porque, sabías que los plátanos calman las picaduras de los mosquitos o que, por ejemplo, el tomate previene y sana las quemaduras solares?
En efecto, en situaciones socorridas del día a día, el frigo puede ser un buen botiquín de urgencias para los típicos problemas estivales. Como hemos mencionado, las bananas alivian el picor y reducen la hinchazón si ponemos una pasta hecha con la misma cáscara, según enseña una vieja costumbre jamaicana.
El tomate no sólo puede aliviar los molestos síntomas de una quemadura solar, sino que además puede prevenirlas, simplemente colocando una pasta espesa sobre la piel. Y, hablando de vida al aire libre, una mascarilla capilar de mayonesa también nos servirá para regenerar el cabello expuesto a agua salada, cloro y sol.
Miel, patatas y melocotones
La rica miel también ayuda en cuitas veraniegas, un tiempo de disfrutar de la naturaleza y, por desgracia, también proclive a numerosos accidentes sin importancia que nos provocan heridas con pequeños cortes o raspaduras. En estos casos, la miel tiene propiedades bactericidas, por lo que aplicada sobre una herida de este tipo nos la limpia y libra de infecciones.
Los melocotones también son de gran ayuda como remedio casero para combatir las náuseas que acompañana al dolor de cabeza que producen los golpes de sol. Prueba a beber un zumo o néctar de melocotón o albaricoques para eliminar esa sensación repulsiva.
Las patatas cocidas, por último, deberían reservarse para la cena o, en todo caso, incluirse en ella si queremos un sueño reparador, pues estos tubérculos mejoran la digestión al reducir la acción de los ácidos en el estómago. Lógicamente, la cena ha de hacerse temprano y ser ligera para obtenerse los resultados esperados.