Scooter eléctrico plegable


URB-E es una apuesta por el transporte público de puerta a puerta, y no, no forma parte de ninguna red de autobuses ni de metro, pero sí se ha concebido como un complemento para que los trayectos hasta las paradas correspondientes no sean un problema para el usuario.

Su apariencia es un tanto extraña, y aunque parece un híbrido futurista de patinete y bicicleta, en realidad es una scooter eléctrica plegable, perfecta para convertirse en un compañero inseparable en trayectos urbanos cortos o en otros más largos para su uso en combinación con el transporte público.


Como puede verse en la imagen que abre el post, plegado no ocupa más espacio que un carrito de la compra, pongamos por caso, y al ser liviano resulta fácil de cargar a la hora de recorrer escaleras en el suburbano o de subirnos al ascensor en el punto de llegada.


También resulta fácil de guardar en cualquier rinconcito, aunque su color fosfi no la dejan pasar desapercibida, desde luego. Otro punto interesante es la opción de recarga del smartphone mientras se está en marcha, si bien tengo mis reservas sobre la comodidad del ingenio.

Apoyar el proyecto, todavía en fase de prototipo, es posible mediante la campaña de recaudación de fondos en Indiegogo, un intento de conseguir financiación para su comercialización ofreciendo una reserva online para su futura compra, con un ¿exagerado? precio que rondará los dos mil dólares (1.799 dólares para quienes participen en la campaña y 1.999 dólares para el resto). Y, en fin, guste más o menos, no cabe duda de que este vehículo compacto y fabricado con materiales durables y sostenibles constituye una apuesta por unas ciudades más sostenibles, si bien la bicicleta corriente y moliente es una opción todavía más verde.

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