Si ya vimos algunas ideas y trucos para ahorrar en calefacción sin por ello tener que pasar frío, en este post nos centraremos en las temperaturas idóneas de las diferentes estancias de la casa.
La idea es aprovechar estas diferencias para ahorrar energía, dinero y perjuicio ambiental respetando la temperatura de confort. No se trata, lógicamente, de considerar que la temperatura alta es siempre la mejor para evitar el frío, sino de encontrar un punto que mate el frío, al tiempo que nos podemos ayudar con ideas y trucos infalibles, como las apuntadas en los anteriores links.
Todo es relativo
Si el frío aprieta es difícil estar lejos del radiador y mucho más complicado no encenderlo. Salvo que suframos la consabida pobreza energética, encenderlo es inevitable, al tiempo que podemos tener en cuenta las temperaturas perfectas para cada estancia del hogar.
En concreto, nos basaremos en las orientaciones dadas por la Agencia Francesa para la Matriz Energética y el Medio Ambiente (ADEME), si bien cada familia y persona tiene sus preferencias personales. Sea como fuere, pueden servirnos de guía para probar y luego tomar nuestras propias decisiones.
También podemos adaptar las temperaturas a otros factores que influyen en la sensación de confort, como la humedad relativa del aire, la orientación de la casa, nuestro mayor o menor sedentarismo, ropa de abrigo, tipo de dieta o la existencia de parqué o alfombras, pongamos por caso.
Temperaturas recomendadas
El salón y la cocina, lugares donde más vida se hace, según la agencia, los 18 grados centígrados podrían ser suficientes. En los dormitorios, por contra, se recomiendan 16 grados centígrados, pensando que acudimos a ellos para dormir.
Por lo tanto, se trata de sumar también el calor que nos proporcionan las mantas y un pijama bien calentito. Igualmente, ADEME aconseja subir entre 2 y 3 grados la temperatura cuando son habitaciones infantiles. Como límite para estancias infantiles se establecen los 19 grados centígrados, advirtiendo del riesgo de enfriamientos por las diferencias de temperatura al salir de la habitación o entrar en ella.
En general, se aconseja que no haya grandes diferencias de temperatura entre las distintas estancias de la casa por esta misma razón. Será un riesgo menos que evitemos, tanto para niños como para adultos, con especial peligro para enfermos, convalecientes y los peques de la casa, pues su sistema inmunitario es más vulnerable.
El hecho de no exagerar la temperatura, por otra parte, nos ayuda a evitar ese efecto con respecto a las salidas a la calle. Si nuestro organismo está acostumbrado a una temperatura alta, al salir podemos sufrir el frío con más intensidad, con lo que ello supone de cara no solo a posibles enfriamientos, sino también en lo que respecta a reacciones alérgicas a agentes alergénicos de distinto tipo, entre los que se incluye el frío.
El cuarto de baño, idealmente, debe estar a una temperatura cálida, de unos 22 grados centígrados mientras lo utilizamos para asearnos o para ducharnos, siempre que sea una utilización relativamente larga en el tiempo. Si, por contra, se trata del uso rápido que se realiza a lo largo del día no debemos calentarlo o hacerlo en torno a los 16 grados.
Nos serán de utilidad las estufas de baño de bomba de calor, que consiguen caldear la atmósfera en apenas unos minutos. Por último, la agencia gala nos recomienda mantener la calefacción general de la casa en torno a los 16 grados cuando no estamos en ella.
Si disponemos de un programador, sería perfecto mantenerla a esta temperatura un rato antes de llegar a casa, evitándonos tener que encenderla desde cero. De este modo, ahorraremos energía y dinero, al tiempo que ganaremos en bienestar.
Me parece muy buen artículo estos problemas son más frecuentes en países de clima templado, la razón es que el pasaje de la primavera al invierno es muy lenta y las personas no se dan cuenta cuando empezó el frío.por supuesto sin nieve, la demora en calefaccionar de agudiza con climas de calor/frío en la misma semana. Lo que perjudica con la «sensación térmica» , muchas veces, las personas dejan sus ventanas abiertas para»ventilar» el hogar,se acostumbra lentamente a la temperatura sin darse cuenta de lo frío que hay dentro de la casa.