Trucos ecológicos para eliminar malos olores


En un reciente post vimos cómo mejorar la calidad del aire de nuestro hogar con una buena limpieza y ventilación, dejando la cuestión de los olores para un tratamiento aparte al que le ha llegado la hora.

La idea sería eliminarlos sin intentar taparlos con un aroma, ya sea sintético o natural, que aplicaríamos una vez hayamos acabado con la pestilencia. Por lo tanto, la primera medida para acabar con olores indeseables es atacar su causa simplemente ventilando la estancia o la casa o, en su caso, limpiando o erradicando el foco del olor con un lavado.

El lavado lo haremos empleando limpiadores ecológicos o productos naturales que hacen la función perfectamente, como el limón, el bicarbonato sódico o, por ejemplo, el vinagre. Por su parte, el olor a tabaco se elimina con vinagre blanco, tal y como ya explicamos.

No a los químicos

Emplear limpiadores de composición química no es aconsejable por obvias cuestiones de salud, y tampoco nos sirven para quitar olores, pues con su actuación obtendremos otros olores intensos a la par que tóxicos. Es por ello que se impone la ventilación y la limpieza verde como mejor arma contra los olores desagradables.

Eliminar olores del fregadero será sencillo dejando actuar una solución de vinagre y agua o espolvoreando bicarbonato sódico y pasando luego un estropajo suave humedecido. Lo mismo podemos hacer en otras muchas superficies que deseemos desodorizar e higienizar al tiempo, como la nevera o cualquier puerta, pared o armario.

Prevenir la típica mezcla de olores en la nevera es otra manera de aprovechar las propiedades del bicarbonato de sodio, si bien existen otras alternativas, como el carbón o granos de café. En general, el carbón vegetal absorbe los olores de una forma tremendamente eficaz en cualquier ambiente interior.


El bicarbonato de sodio también es excepcional para refrescar alfombras o moquetas. Habremos de espolvorearlo unas horas antes de aspirar o, si es posible, en muchos casos también funciona exponer al sol directo durante un rato cualquier objeto o superficie.

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