Las astucias ecológicas para la limpieza de la casa son una buena solución para ser responsables con el medio ambiente y con la salud familiar. Sin embargo, hay que dar con fórmulas eficaces para que la limpieza no se quede a medias.
Gracias a los productos que fácilmente se encuentran en la despensa nos podemos ahorrar un buen pellizco, ya que algunos de ellos sustituyen perfectamente a los caros y tóxicos limpiadores químicos que se comercializan.
Para limpiar y al tiempo dar brillo a los muebles de madera, por ejemplo, bastará con mezclar dos cucharaditas de zumo de limón, otras dos de aceite de oliva y emulsionar con agua tibia. Los repasaremos con unas gotas de esta fórmula y quedarán higienizados y brillantes. También puede añadirse vinagre blanco y aplicar mediante un práctico vaporizador, extendiendo siempre el producto con un trapo que no deje pelusa y evitando que se humedezca en esceso.
Limpiadores ecológicos
Si los muebles son de maderas tratadas, tipo conglomerado, lacados y demás, nos será de gran utilidad un limpiador multiusos para el que necesitaremos vinagre blanco como base y un chorrito de alcohol, aceite esencial de limón y de pino. Su aplicación será concentrada, por lo que se aplicará aproximadamente un par de cucharadas soperas por cada litro de agua, enjuagando al finalizar.
La piel de sillones y sofás quedará como nueva si mezclamos una parte de vinagre por cada dos de aceite de linaza, mojando levemente el tejido y retirando la mezcla tras varias horas de actuación con un paño de microfibra.
Pasar un simple paño humededido, sin más historias, es otra opción que puede dar buenos resultados para acabar con el polvo, dependiendo del tipo de mueble. Y, por último, añadamos cera natural o aceite de oliva o linaza para nutrir la madera, retirando igualmente los restos pasadas unas horas.