En Klevan, Ucrania, tienen un famosísimo túnel del amor que es de color verde lechuga, y no sólo enamora, sobre todo fascina. Porque, no cabe duda, es difícil resistir las ansias de entrar en tan evocador pasadizo, por el que los enamorados pueden pasear, los paseantes pedir deseos o los románticos soñar, pero siempre atentos al paso del tren que, chino chano, de vez en cuando también cruza este maravilloso enclave.
Sólo con echar un vistazo a las fotos se entiende que este túnel no apto para despistados se haya covertido en una atracción popular a nivel mundial. Su increíble frondosidad y lo inesperado de la estampa consiguen hechizar a amantes de la naturaleza y, en realidad, a casi todo el mundo. Casi hay que frotarse los ojos para creer que no se trata de un sueño, que eso que encontramos en medio de un bosque en las afueras de aquella aldea, no es producto de la imaginación.
Este túnel único se ha convertido en una de las principales atracciones naturales de Ucrania, y el paso del tren no es casual, sino la causa de que haya ido adoptando esta bonita forma. Por lo tanto, tan estético y sorprendente resultado ha sido producto de la colaboración entre la naturaleza y el ser humano, eso dejando de lado el impacto ambiental que pueda tener el paso del tren en el ecosistema. El paso del tren y, ahora, también el turismo en masa… Pero en este post queremos soñar, así que, una vez mencionados, dejaremos estos temas aparcados.
¿Que qué más puedo contaros? Lo de llamarlo el túnel del amor no es cosecha propia, por cierto, sino el mismo nombre con el que se le conoce, en ruso “Тоннель любви”, y la razón no es otra que la continua lluvia de visitas de enamorados que recibe, deseosos de cruzarlo cogidos de la mano.
Así que ya sabes, si quieres soñar con una escena romántica o simplemente evocadora, graba estas imágenes en tu mente y utilízalas como atrezzo o paisaje de tus fantasías. No en vano, es uno de los lugares más románticos del mundo, mucho más natural que el Taj Mahal o la torre Eiffel. Eso, si no pasa el tren…