Tener un sueño de calidad es tan importante como dormir lo suficiente y ser regular en horarios. Sin embargo, el estilo de vida moderno no ayuda a cumplir ninguno de estos requisitos. ¿La solución? Desconectar y recuperar el equilibrio, una tarea muy placentera cuando la hacemos contando con la naturaleza como gran aliado.
Esta idea, que parece propia del sentido común, tiene apoyo científico. El más reciente, un estudio llevado a cabo por investigadores estadounidenses, publicado en Current Biology, cuya conclusión es clara: darse un baño de naturaleza es mano de santo para evitar los problemas de sueño.
Unos días en plena Naturaleza
Prevenir o corregir los problemas de sueño es posible pasando unos días en la Naturaleza. O, si se quiere adaptar el consejo al día a día, lo suyo es pasar más tiempo al aire libre. En caso de querer desconectar durante unos días, irse de acampada es una solución diez, apuntan los expertos.
Bastará con pasar un par de días en el campo para regular estos desórdenes. «Nuestros hallazgos demuestran que vivir en ambientes modernos contribuye al ritmo circadiano tardío, independientemente de la temporada, y que un viaje de fin de semana puede restablecer nuestro reloj rápidamente”, explica Kenneth Wright, uno de los autores, científico de la Universidad de Colorado Boluder, en Estados Unidos.
La mejora se logró en distintas épocas del año, al margen de las horas de luz, otro de los hallazgos de este estudio. “Si una persona quiere ir a la cama antes, un fin de semana de acampada podría ser la solución que busca”, apuntan los autores. Posteriormente, mantener el ritmo exige mantener horarios regulares. Igualmente, se aconseja exponerse a la luz natural y prescindir en la medida de lo posible de la iluminación nocturna, sobre todo cuando ésta procede de dispositivos electrónicos, como teléfonos o tabletas digitales que nos llevamos a la cama.