En las aguas residuales pueden encontrarse muchos residuos como, por ejemplo, medicamentos, a pesar de que siempre deben depositarse en los puntos de recogida de las farmacias en lugar de tirarlos a la basura o por el WC. Además, son residuos que son difíciles de eliminar. Ahora, parece que la Universidad Rey Juan Carlos ha dado con la solución, ya que ha descubierto que un hongo es capaz de acabar con este tipo de restos en las aguas residuales.
El descubrimiento
Este nuevo sistema se basa en la actividad de un hongo, que se ha demostrado en las pruebas que es efectivo para conseguir este objetivo. La clave está en que puede degradar moléculas orgánicas complejas en aguas residuales, que ayudan a eliminar los restos o los medicamentos que llegan a las depuradoras urbanas y que no se pueden hacer desaparecer con los sistemas de depuración actuales.
Este problema es más frecuente de lo que parece porque habitualmente se detecta la presencia de medicinas como antibióticos o antiinflamatarios, que no se logran eliminar totalmente con los sistemas convencionales, acabando en el agua de los ríos. De esta manera, estos restos de medicinas pasan a convertirse en lo que se ha denominado contaminantes emergentes.
Esta situación se solventa ahora con la actividad del Trametes versicolor, nombre tras el que hay un hongo de la madera de podredumbre blanca, que es el que se está empleando en este proceso junto con la tecnología de biooxidación avanzada para que se degraden las moléculas orgánicas complejas como las de los fármacos en las aguas residuales.
Para realizar este proceso, el sistema que se ha probado consta de un contactor biológico rotativo, que consiste en unos discos giratorios y que está preparado para dar soporte al cultivo de hongos, de manera que durante la operación se genera un cultivo mixto de hongo y bacteria con el que se mejora la eliminación de los fármacos en las aguas residuales.
Resultados
Las pruebas realizadas con este sistema han permitido constatar que este sistema es más eficaz para este tipo de depuración. Para verificarlo, el reactor estuvo alimentado con agua residual urbana con 12 fármacos diferentes durante un total de 40 días.
El resultado fue que ese cultivo mixto logró eliminar 11 de los 12 fármacos que estaban presentes en esas aguas residuales, logrando una eliminación media de entre el 51% y el 61%, según el compuesto farmacológico.
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