Una casa silenciosa, un hogar confortable

Chica molesta por el ruido
En el Día Internacional Contra el Ruido, 27 de abril, orientado a la concienciación contra los molestos decibelios, vamos a dar algunos consejos generales para que nuestro hogar, el hábitat en el que más tiempo pasamos, no sea un lugar donde el ruido campe a sus anchas.

Tanto los ruidos exteriores como interiores afectan a la tranquilidad de nuestro hogar y, por lo tanto, también a la de toda la familia. Sin embargo, la lucha contra el ruido puede llevarnos a llevar a cabo actuaciones de muy distinto tipo, cuando por otra parte nosotros mismos actuamos de forma irresponsable en este mismo sentido, provocando molestias a nuestro alrededor, incluyendo al vecindario.

Algunos trucos prácticos

Los ejemplos son muchos y muy variados, desde aislar la casa o acristalar la terraza para no sufrir el ruido del exterior al tiempo que hacemos gala de malas prácticas cotidianas, como poner la música muy alta o caminar con tacones por la casa.

Básicamente, para que nuestro hogar sea un lugar más tranquilo, en el que los decibelios no se disparen, podemos seguir consejos como los siguientes:

Aislamiento acústico:El aislamiento térmico y acústico exteriores van de la mano, si bien las soluciones no siempre son las mismas. En el mercado encontraremos un sinfín de soluciones que pueden combinarse para ofrecer las soluciones más adecuadas.

A nivel interior también existen materiales aislantes que se colocan preferentemente al hacer la casa o realizando reformas y, en todos los casos, es clave estar atentos a las vías de entrada del ruido, pues éstas van más allá de puertas y ventanas para abarcar paredes e incluso los circuitos de aireación.

Buenas prácticas: A nivel interior, si vivimos en apartamentos se deben evitar los ruidos exteriores que se propagen entre estancias y vecinos. Desde usar cascos si nos gusta la música muy alta hasta quitarnos los tacones al llegar a casa o educar a nuestra mascota.

Decoración anti ruidos: Tratar la fuente del ruido es una manera sencilla y eficaz de abordar el problema, y hacerlo mediante el mobiliario y la decoración puede ofrecer muy buenos resultados.

Si estamos pensando en poner una moqueta o parqué, elijamos materiales que mimicen ruidos, tanto en sí mismos como acompañándolos de productos aislantes que se añaden en el momento de la instalación.

Al adquirir grandes y pequeños electrodomésticos de cualquier tipo tengamos en cuenta el nivel de ruido que emiten, un dato que se incluye en la ficha técnica. Igualmente, un mantenimiento regular de los grandes electrodomésticos nos ayudará a prolongar su durabilidad y evitar averías, a menudo emisoras de molestos ruidos.

Más allá de estas medidas, algunas con más éxito que otras, hay problemas cuya solución no depende de nosotros. También en este aspecto la casuística es muy amplia y a menudo la solución nunca llega por la lentitud de respuesta de las instituciones o la falta de ella.

Avion aterrizando
Algunos casos son clamorosos, como cuando la vivienda se encuentra cerca de una pista de aterrizaje o en el caso de vivir en zonas de ocio nocturno, pongamos por caso. Pese a las evidencias, la solución no siempre es fácil, tarda en llegar y en numerosas ocasiones no lo hace.

Son situaciones que, sin duda, evidencian lo mucho que tenemos que avanzar a nivel de concienciación, así como la conveniencia de tener un Día Mundial dedicado a la lucha contra el ruido. No en vano, el ruido no es solo una sensación molesta. Un sinfín de estudios, y la misma experiencia personal de cada uno o de las personas que tenemos cerca, demuestran que se traduce en un estrés importante que puede afectar gravemente a la salud.

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