Usos cosméticos del aceite de coco


El aceite de coco de origen biológico es un excelente cosmético que resulta la mar de práctico por sus múltiples aplicaciones. Extraído del coco, sin más añadidos, su composición lo convierte en un perfecto antidesmaquillante e hidratante dérmico.

Por si hubiere alguna duda, el aceite de coco del que hablamos es el mismo que se utiliza en la cocina, por lo que todavía se amplían más sus funcionalidades en el hogar. Así, el mismo aceite sirve tanto para cocinar -conservando sus propiedades a altas temperaturas como para aromatizar los platos con su peculiar y muy apreciado olor- como para uso tópico.

Como protector de la piel del daño solar después de la exposición y de imperfecciones producidas por bacterias u otros patógenos, el aceite de coco consigue buenos resultados por su gran porcentaje de ácido láurico, un potente germicida. También se recomienda como protector labial y como calmante tras la depilación o afeitado.

Dar masajes

Gracias a su aroma, textura y capacidad de nutrición de la piel, el aceite de coco es perfecto como aceite de masaje. Hará un gran papel no sólo durante su aplicación, sino también después gracias a un profundo efecto hidratante.

Como desmaquillante puede remover maquillajes al tiempo que nos hidrata. Actuará como un perfecto sustituto de los desmaquilladores convencionales, con la ventaja de aportar hidratación al mismo tiempo. Muy probablemente, no resultará demasiado eficaz con los maquillajes de larga duración o resistentes al agua, si bien hay formulaciones más duraderas que otras.


Por último, es conocida su gran eficacia en la hidratación capilar. Se recomienda aplicar antes de la ducha en la totalidad del pelo o, si se prefiere, sólo en las puntas. Será de gran ayuda durante la exposición solar para evitar su resecamiento, pudiendo bañarnos sin problemas por ser un producto completamente biodegradable.

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