Los mil y un usos del vinagre de manzana incluyen una interesante y amplia utilización con fines cosméticos. Preferentemente orgánico, a este vinagre se le puede sacar un gran partido para embellecer y equilibrar la piel, el cuero cabelludo e incluso nos hará un buen papel como desodorante y acondicionador capilar.
A diferencia del vinagre de manzana convencional, el orgánico se caracteriza por la presencia de una especie de sedimentos flotando en la parte inferior de la botella. No debemos eliminarlos, ni mucho menos descartar el producto, pues éstas sustancias contienen enzimas y bacterias beneficiosas que ayudan a conseguir una mayor eficacia.
Cuidar el cabello
El cuidado capilar es uno de los usos más conocidos del vinagre de manzana. Recibir sus beneficios suele requerir diluirlo en agua o en una fórmula, dentro de una combinación de ingredientes, pues al ser un vinagre se trata de un ácido que puede resultar agresivo aplicado directamente.
Si bien para su ingestión no se recomiendan más de unas cuantas cucharaditas diarias, la aplicación tópica permite aumentar las dosis, pero siempre diluido. Su acidez, en algunos casos, resulta positiva pues, por ejemplo, permite aclarar la piel y ayudar a su renovación.
Los picores en el cuero cabelludo también podrían aplacarse con una disolución de vinagre y agua, siempre que no haya heridas que puedan resultar más dolorosas al contacto con el ácido del vinagre. Por lo tanto, por precaución, la primera vez aplicaremos sólo en una pequeña zona.
También se le atribuyen propiedades para estimular el crecimiento del cabello a través de un masaje regular sobre los folículos pilosos, así como para tratar la caspa.
Mucho más conocida es su eficacia para darle brillo y volumen al pelo cuando se añade al agua del último aclarado. En este caso, la cantidad ha de ser más generosa, de al menos una taza. No debe preocuparnos el característico olor que desprende, molesto para muchas personas, pues al cabo de unas horas habrá desparecido.
Cuidar la piel
Como hemos avanzado, el vinagre diluido en agua facilita la renovación de las capas superficiales de la piel y ayuda a calmar las quemaduras solares. En este caso, colocar una compresa empapada en agua y vinagre a partes iguales, verter una taza de vinagre en el agua del baño o, en el caso de querer aplicar en manos o pies, mezclarlo en el agua de una zafa y poner a remojo durante cinco minutos.
Los pies también quedarán libres de hongos y, si lo aplicamos para pieles mixtas, conseguiremos equilibrar la zona más grasa. Bastaría con fabricar un tónico con dos partes de agua y una de este vinagre y aplicar a diario con un algodón en frente, nariz y barbilla.
En general, el vinagre de manzana es un astringente que podemos aplicar en el rostro mezclado con agua para conseguir una piel más uniforme, libre de granitos e imperfecciones. Incluso se obtendrá un ligero efecto lifting, de atenuación de las pequeñas arruguitas y finas líneas.
Un baño con agua tibia o fría a la que hayamos añadido una taza de vinagre de manzana reducirá las varices y, si nuestro problema son las manchas en la piel, mezclamos un par de cucharadas de zumo de naranja con otras tantas de vinagre y aplicamos con un algodón para aclararlas. Con constancia, irán desapareciendo.
Efecto desodorante
Incluso se puede utilizar el vinagre de manzana como un desodorante natural. Gracias a su capacidad de eliminar los malos olores, frotar un poco en las axilas o pies ayudará a controlar los olores corporales de un modo natural, sin productos químicos que bloquean el sudor. De nuevo, recordamos que el olor a vinagre de volatiliza. En cuanto se seca, por lo tanto, desaparece.