Parece que la imaginación de los diseñadores no tiene límite a la hora de usar nuevos materiales más amigables con el medio ambiente. Además, hay que contar también con las nuevas tecnologías y con algunos descubrimientos científicas. El caso es que, de seguir así, quizá dentro de unas décadas se destierre para siempre el plástico como material para fabricar objetos.
En la actualidad, muchos objetos se elaboran con materiales biodegradables. Es muy beneficioso, pero aún lo puede ser más si se elaboran con residuos, con desechos que de otro modo acabarían en la basura. No contaminarán el día que se desechen y se aprovecha un recurso. Usar productos desechados es un comportamiento sostenible al cien por cien.
Hoy os presentamos un ejemplo de esta forma de diseño: los diseños de Solskin Peels. Se trata de utensilios y otros productos para el hogar elaborados a partir de piel de naranja. No sólo son totalmente respetuosos con el medio ambiente, sino que se convierten en originales y muy en sintonía con el lugar donde van a ser utilizados, esto es, la cocina, rodeados de alimentos como los que una vez fueron ellos.
La empresa de diseño tiene la sede en Israel y está dirigida por el diseñador Ori Sonnenschein. Solskin significa Sol en danés. Estos objetos son una alternativa local, práctica, económica… y con un agradable olor a naranja. Si Sonnenschein usa naranjas es porque se trata de un material que se encuentra en la zona, un material local, biodegradable y funcional. El proyecto surgió para participar en la exposición anual de graduados del Departamento de Diseño Industrial de la Academia Bezalel de Arte y Diseño.
Cada uno de los productos es elaborado a partir del moldeado de cáscara seca de naranjas. Hay tazas, platos, cucharas, jarras y otros elementos de cocina. Prácticos, originales y, sobre todo, ecológicos.