Dos niñas consiguen que Bali prohíba las bolsas de plástico

Isabel Melati Wijsen
La contaminación por plástico se ha convertido en un problema global de primera magnitud. Junto con el cambio climático, requieren una respuesta urgente, tanto a nivel preventivo (concienciando y buscando alternativas) como de limpieza en tierra firme y océanos.

En este dramático contexto, ser pesimista es un ejercicio de realismo. Pero siempre hay excepciones que nos dibujan sonrisas y pintan el horizonte de un verde esperanza. Un ejemplo son estas dos muchachitas, que con su insistencia e inteligencia, gracia y salero han conseguido que Bali diga adiós a las bolsas de plástico.

El gran logro de Melati e Isabel

Melati e Isabel Wijsen son unas hermanas balinesas que han hecho historia con su lucha por un Bali más limpio. Su preciosa isla no luce todo lo hermosa y natural que podría porque algo llamado «plástico» está impidiéndolo.

Las dos jovencitas se propusieron cambiar eso, y en buena parte lo han logrado. Tras mucho pelear, -incluyendo huelga de hambre, peticiones, limpieza de playas y entrevista con el Secretario General de la ONU-, han logrado que las bolsas de plástico se prohíban en 2018. En concreto, sus esfuerzos dieron sus frutos cuando, para su sorpresa, convencieron a su gobernador a comprometerse con un Bali libre de plástico en apenas un par de años.

Contaminacion plastico playa
Las cifras les daban la razón. «En Bali generamos 680 metros cúbicos de basura de plástico cada día. Eso es alrededor de un edificio de 14 pisos. Y cuando se trata de bolsas de plástico, menos del 5 por ciento se reciclan». Al tiempo, explican que el plástico no solo afea el paisaje y supone un riesgo para la vida salvaje, además de un peligro para la salud que puede derivar en enfermedades como el cáncer o defectos de nacimiento. Sobre todo cuando se incineran, tal y como ocurre en su isla.

Luchar por un mundo mejor

Sus declaraciones son auténticas joyitas: «Nunca dejes que nadie te diga que eres demasiado joven o que no va a entender», dice Isabel para animar al activismo a otros adolescentes. Además, hacen compatible sus ganas de cambiar las cosas, con una buena dosis de sensatez, cuando afirman que todo desafío encuentra su recompensa:»Nosotras no estamos diciendo que va a ser fácil, le estamos diciendo que va a valer la pena«.

Más allá de la anécdota, este par de jovencidas son un soplo de aire fresco en este mundo que tan pocas alegrías da a los activistas que luchan por un mundo mejor. No se trata solo de Bali. Más allá de preservar una determinada región o de que se trate de un entorno paradisíaco, destino turístico de millones de personas cada año, está en juego el futuro del planeta.

La polución plástica

Las bolsas de plástico poluciona gravemente los ecosistemas, además de traducirse en una importantísima huella de carbono. Para hacernos una idea más concreta, valga este ejemplo: la desaparición de las bolsas de plástico en España supone ahorrar más de 55.000 toneladas de CO2, lo que no supone sino apenas un 0,006 por ciento del total. ¿Poco, mucho, insignificante? Mucho, en realidad, si bien el bajo porcentaje indica lo mucho que polucionamos.

Sin olvidar que no siempre se reciclan, y que hacerlo también aumenta la huella de carbono. Cuando no se reciclan o bien se abandonan o se queman en vertederos, junto con el resto de los desechos, liberando tóxicos como metano y otras toxinas peligrosas para la salud. Al tiempo que se incrementan aún más las emisiones.

El otro impacto ambiental, como es bien sabido, tiene que ver con lo mucho que se tarda en descomponer, con el problema añadido que supone para la vida marina cuando acaban en el océano, y lo hacen muy a menudo. Según la Fundación Ellen MacArthur si seguimos con la mala costumbre de consumir plástico a mansalva y reciclarlo solo de forma excepcional, en el año 2050 habrá más plástico que peces en el océano.

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