Reducir el impacto ambiental de los aparatos de aire acondicionado no siempre exige una solución basada en nuevas tecnologías. Éste es un ejemplo de cómo la vuelta a lo natural, el retorno a lo sencillo e ingenioso puede traernos grandes propuestas tanto a nivel estético y práctico como ecológico.
Se trata de un proyecto que ha hecho realidad el equipo de Ant Studio, cuya originalidad ha sido precisamente esa vuelta a lo natural como materia prima para su construcción. Básicamente, se ha recurrido a una técnica antigua que utiliza agua y materiales naturales para reducir la temperatura.
Sostenibilidad y bajo coste
El alma mater del invento, Monish Siripurapu, a la par fundador de Ant studio, explica que quería encontrar una solución arquitectónica que fuera «ecológica, artística y, al mismo tiempo, permitiese utilizar métodos artesanales tradicionales».
Fue a partir de este planteamiento como ideó el uso de conos de tierra, si bien «el diseño y el tamaño de los componentes cónicos fueron personalizados a través de herramientas computacionales y modernas técnicas de calibración», explica. En concreto, el espesor y la longitud del material se modificaron con un análisis de dinámica de fluidos computacional, gracias al cual se pudo realizar una simulación virtual que resultó muy práctica.
La eficiencia energética se logra, por otro lado, gracias a una técnica de bajo costo, que utiliza los poros de la arcilla o terracota para su enfriamiento a través del agua.
De este modo, el agua se filtra en los poros de la terracota hasta la superficie exterior, donde se evapora y enfría el aire. Es así como se consigue transformar el aire caliente de los generadores en un aire fresco.
El resultado, como puede verse en la imagen, es una decorativa instalación, cuyo trabajo no gasta energía eléctrica ni tampoco precisa de productos químicos para refrescar el aire. Original, económico y ecológico. ¿Alguien da más?