En realidad, es una conífera (un abeto), pero se conoce popularmente como The Octopus Tree, el árbol pulpo. Se encuentra en la costa de Oregón, Estados Unidos, cerca del faro del cabo de Meares. So forma es ciertamente original y lo que le ha hecho famoso: es una especie de pulpo al revés, donde las ramas hacen las veces de tentáculos gigantes.
Tiene una base de más de quince metros. Lo curioso es que no tiene un solo tronco central, sino que tiene seis ramificaciones que parten del centro, que, primero, se extienden horizontalmente y, después, van hacia arriba. Esta extraña forma, casi única en la especie, según los historiadores locales de la ciudad más cercana, Tillamook, podría haber sido causada por el fuerte viento. Otra teoría es que haya sido causada por el ser humano.
El árbol pulpo se cree que tiene entre doscientos y trescientos años de edad, es decir, cuando las tribus de nativos indios vivían en la región. Una de las teorías que trata de explicar la forma del árbol pulpo es que servía a los indios para colgar y colocar objetos rituales. En las tribus nativas que vivían cerca de la costa, era habitual usar los árboles para este fin. Es bastante probable que el árbol pulpo fuera venerado y se celebraran allí ritos de diferente índole.
Si, efectivamente, los indios eligieron ese árbol, forzarían las ramas para que tomaran una dirección horizontal cuando aún eran flexibles. Por ello se extienden a unos 16 metros de la base. Más adelante, se dejaría crecer las ramas verticalmente. Cada una de las ramas alcanzó una altura de unos treinta metros. El árbol tiene una circunferencia de más de 46 metros y no presenta tronco central.
Lugar sagrado
Al abeto también se le conoce como árbol monstruo o árbol candelabro. En tiempos, sería un lugar sagrado y respetado, donde se celebraban los consejos de ancianos de la tribu, un lugar donde se tomaban decisiones importantes y donde los chamanes realizaban sus ceremonias. Hoy, el árbol es, sobre todo, una curiosidad botánica y, también, un destino turístico donde los turistas aprovechan para sacar fotos.