El plástico es uno de los principales problemas medioambientales por su impacto en el entorno natural y las dificultades para reaprovechar todos los tipos existentes. Sin embargo, ahora, una investigación llevada a cabo en el Massachusets Institute of Technology (MIT), junto con otros centros, ha permitido determinar un sistema que recicla el plástico de forma más eficiente, además de poder reutilizar cualquier tipo de este material.
El método
En la investigación se ha descubierto un proceso químico que emplea un catalizador a base de cobalto, que resulta muy eficaz para descomponer una variedad de plásticos como el polietileno (PET) y el polipropileno (PP). Ambos son los más producidos y, en los dos casos, se pueden convertir en un solo producto: propano.
De este modo, el plástico podría reutilizarse como propano, cuyo uso es posible, por ejemplo, como combustible para estufas, calentadores y vehículos. También se emplea como materia prima para la producción de una amplia variedad de productos, incluidos plásticos nuevos.
Este nuevo sistema permitiría así disponer de un sistema de reciclaje de circuito cerrado parcial. También solventaría uno de los principales problemas para aprovechar el plástico como es la estabilidad de las moléculas de cadena larga que permanecen unidas por enlaces de carbono, siendo difíciles de romper.
Estas moléculas se pueden descomponer de forma selectiva con un catalizador hecho de zeolita, material que contiene nanopartículas de cobalto. Esto tiene a su vez la ventaja de que permite convertir más del 80% de ellas en propano.
Cómo funciona
Las zeolitas tienen numerosos poros de pequeño tamaño, menos de un nanómetro de ancho. En ellos entran las cadenas de polímeros, de manera que la sinergia entre el cobalto y los sitios ácidos de la zeolita rompen la cadena en el mismo punto.
Este punto de corte es especialmente importante porque se genera propano sin producir metano no deseado, dejando a su vez el resto de los hidrocarburos más largos listos para someterse al proceso una y otra vez. De este modo, el nuevo sistema rompe los lazos de las moléculas y genera un solo producto con diferentes utilidades.
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