Blackbird, el coche de energía eólica que (casi) triplicó la velocidad del viento, ahora la duplica cuando va en contra


Blackbird es un vehículo propulsado por energía eólica que ha desafiado al viento, y le ha ganado por doble partida. Primero consiguió la hazaña de rodar a una velocidad casi tres veces superior a la del viento con éste a favor, y ahora también acaba de duplicarla cuando lo tiene en contra.

Aquella primera vez (2010), el peculiar coche corrió a favor del viento y logró superar en 2,86 veces su velocidad, alanzando los 61,55 kilómetros por hora, mientras el viento rondaba los 21 kilómetros por hora. Su impresionante calló las bocas de quienes negaban que pudiera superarse la velocidad del viento. Lo consiguió impulsando su vehículo con una turbina con dos aspas convenientemente inclinadas que giran y le permiten avanzar como si de un barco velero se tratara. Básicamente, utiliza la fuerza del viento para convertirla en una energía mecánica que mueve las ruedas gracias las hélices.

La segunda prueba se ha hecho a principios de este mes, en el aeropuerto de Nueva Jerusalén, en Tracy, California, logrando una velocidad máxima 2,01 veces más rápida que la velocidad del aire circundante, esta vez con la proa contra el viento. Resultado: consiguió su objetivo, es decir, un nuevo triunfo y, sobre todo, demostrar que las energías renovables tienen muchas más posibilidades de las que conocemos.

Su creador es Rick Carvallaro, un científico que trabajó con el departamento de Aerodinámica de la Universidad de San José con la curiosa intención de poner a prueba la ley física de la conservación de la energía, según la cual sería imposible ir a más velocidad que el viento sólo por la fuerza de éste mismo.

Por cierto, ahora que ha conseguido sonados éxitos en sus carreras a barlovento y sotavento, Cavallaro espera poder hacer mejoras aerodinámicas en su aéreo invento. ¿Alguna sugerencia?