Facilitar la recarga de los vehículos eléctricos puede ser una forma de convencer a la gente para que los use. De este modo, la recarga inalámbrica puede ser un mercado con un enorme potencial, especialmente para los vehículos eléctricos del transporte público, que tienen que realizar paradas a menudo.
En este sentido, una de las empresas de transporte público en autobús de Holanda ha puesto en funcionamiento una línea experimental en la que se usa un autobús que no necesita de ningún tipo de enchufe para recargar sus baterías.
Además, para ser aún más ecológicos, aprovechan un viejo autobús, un modelo Volvo de 12 metros de largo, en el que han sustituido el sistema de combustión por un sistema de tracción totalmente eléctrica. La customización ha sido un trabajo de EMoss, que le ha dotado de un sistema de recarga sin cables que, además, se realiza en una recarga nocturna en los garajes de la empresa al tiempo que le permite realizar recargas parciales en determinados puntos de su ruta. De este modo, el autobús eléctrico puede circular con una batería de menor tamaño y peso y ser más eficiente.
El sistema consta de una bobina instalada en la parada que está conectado a la red eléctrica. Además, hay otra bobina montada en los bajos del autobús. Por último, un sistema que funcionan mediante un acoplamiento por resonancia magnética, con una potencia de 120 kW, permite que el autobús pueda circular durante una media de 18 horas o 288 kilómetros cada día. Y todo ello sin la necesidad de prolongadas paradas, sólo deteniéndose en las estaciones de recarga durante unos pocos minutos.
El desarrollador de las baterías ofrece soluciones con 80, 120, 160 y 200 kWh de litio hierro LiFePO4 para las diferentes necesidades de cada cliente. En todo caso, siempre habrá que tener en cuenta la infraestructura a la que se pueda acceder. Por tanto, si los gobiernos quieren que los ciudadanos compren coches eléctricos, deben proporcionar la infraestructura adecuada.
Con este tipo de iniciativas, las empresas de transporte europeas podrán cumplir la nueva normativa EuroV sobre emisiones, que pretende una reducción del 80% de las partículas contaminantes como el óxido de nitrógeno (NOx) y el 67% de las emisiones. Sin vehículos eléctricos no se podrá cumplir.