La idea nació hace ya tres años, cuando una empresa estadounidense llamada SolarRoadways presentó precisamente eso, un prototipo de carretera solar, un tipo de pavimento por el que pudieran circular los vehículos, y que, al mismo tiempo, fuera capaz de generar energía limpia y renovable a partir del Sol.
Desde entonces, las carreteras solares, de momento, están en proceso de experimentación. Hay que fabricarlas con materiales fuertes que permitan que rueden por encima de las placas fotovoltaicas coches y camiones. Lógicamente, es más fácil si lo que circulan son bicicletas, ya que pesan menos. Y, además, no contaminan.
El Instituto de Investigación TNO, colaborando con las autoridades del la provincia holandesa de Imtech y el Grupo Avenhorn Ooms, va a probar este nuevo diseño solar. Así, además de producir energía solar, se fomenta que los ciudadanos utilicen un transporte libre de emisiones de gases de efecto invernadero. Doble lucha contra el cambio climático.
Así, este consorcio está construyendo el primer carril bici solar en la localidad de Krommenie, cerca de Ámsterdam, con el objetivo de desarrollar un producto comercialmente disponible antes de que acabe este 2012. El proyecto se llama SolaRoad y es un sistema modular que se construye con placas de hormigón de 1,5 por 2,5 metros que están recubiertas por una capa superior de cristal. Debajo de esta capa, de un centímetro de espesor y compuesta por vidrio templado, es donde se encuentran las células solares de silicio cristalino responsables de producir energía a partir del Sol. El proyecto piloto construirá un tramo inicial de prueba de cien metros de longitud.
El potencial de este modo de generar electricidad es enorme, ya que la producción eléctrica esperada es de 50 kWh por metro cuadrado al año. Un hogar promedio utiliza alrededor de 3.000 kWh al año de electricidad, con lo que se podría proporcionar energía con un carril de 30 metros de longitud y 2 metros de ancho que se situara frente a su puerta.
El prototipo instalado en Krommenie servirá como punto de partida para crear un sistema de carriles bici solares que generen energía y que podría extenderse a otras superficies planas pavimentadas, como las zonas peatonales de las ciudades.
Más tarde, el consorcio probará el sistema en carreteras para tráfico pesado en algún momento de 2015, según sus previsiones.