Cómo plantar un árbol fácilmente

Jardineria
Plantar un árbol puede parecer complicado, pero pensemos que su crecimiento espontáneo es lo natural. Por lo tanto, el sentido común también nos dice que no debe serlo tanto. Sin embargo, no puede negarse que son muchos los que se malogran y ni siquiera llegan a germinar…

Sea como fuere, no cabe duda de que contar con una pequeña guía que nos oriente para plantar un árbol nos lo pondrá mucho más fácil y aumentará las posibilidades de éxito.

Elegir el lugar idóneo

La preparación del lugar elegido es un primer paso importante. En función de la especie que vayamos a plantar será necesario que tengan un específico tipo de suelo. Eso sí, podemos evitarnos mucho trabajo si elegimos especies locales o idóneas en función de este factor, pues se adaptarán mejor a la composición de la tierra.

Por lo tanto, elegir el lugar idóneo puede implicar cambiar de opinión a tiempo. Es decir, elegir una especie distinta a la que teníamos pensado, en función de las limitaciones que tengamos en este sentido. Básicamente, valoremos el tipo de suelo, la climatología y las horas de sol y sombra que va a tener en el punto concreto donde queremos plantarlo.

En función del tipo de árbol crecerá en mayor o menor medida, si bien influirá igualmente el clima y tipo de suelo. Aún así, tengamos en cuenta que necesita buen espacio para hacerlo. Por lo tanto, no los coloquemos demasiado cerca de fachadas ni junto a un muro u otro elemento que le reste un sol que sea necesario.

Si vamos a plantar más de un árbol, que entre ellos haya un mínimo de tres metros de distancia. Por otro lado, son muchos los árboles que restan fuerza a las plantas adyacentes, por lo que en este sentido, cuanto más solos estén, mejor

Arboles
Idealmente, buscaremos un lugar donde no haya colonias de hormigas ni similares y lo limpiaremos de malezas. Nos será fácil hacerlo con el rastrillo o la pala.

Aflojaremos la tierra para poder plantarlo fácilmente, y al tiempo podemos aprovechar para limpiar la zona. Será suficiente con preparar una pequeña extensión que sea alrededor de cuatro veces lo que ocupa el cepellón.

Plantarlo, paso a paso

Una vez claro el lugar y tras prepararlo, llega el momento clave. Tanto si elegimos semillas como cepellones (comprados o germinados por nosotros mismos previamente) es importante utilizar semillas de confianza.

Utilizar esquejes es otra opción, pero esta técnica necesita una cierta experiencia y cuidados especiales. Por lo demás, tanto semillas procedentes de nuestro banco de semillas como de algún conocido o, si las compramos, busquemos marcas que aseguren buenas condiciones fitosanitarias.

A la hora de plantarlo en su ubicación definitiva, enterraremos la semilla haciendo un agujero de unos 4 centímetros e profundidad. Si es un cepellón, humedezcamos la tierra como si se tratara de un primer riego y hagamos lo mismo. Es decir, cubramos las raíces con tierra rica en nutrientes, conservando la tierra del cepellón y cuidando no estropear las raíces al enterrarla.

Al tapar la semilla o el cepellón con tierra echemos primero la más superficial, pues por lo general es más rica en nutrientes. También puede ser conveniente añadir algo de abono, sin que toque la raíz y siempre en función del tipo de árbol y de suelo.

Por último, tengamos en cuenta que el riego regular (dependerá del tipo de árbol), la iluminación y el sol serán decisivos para que el árbol salga adelante. Si fuese necesario, protejamos el árbol en sus primeras etapas para que no se lo coman los animalillos como roedores, conejos, etc. con redes o mallas de plástico.

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