Consejos para mantener las plantas en vacaciones

Sería maravilloso que la lluvia nos regalara un riego purificador y abundante para nuestras plantas, justo a la medida de sus necesidades. Y, puestos a pedir, que además lo hiciera durante todo el año o, al menos, cuando más necesitadas están, en pleno verano.

Podríamos decir adiós al farragoso riego, adiós al despilfarro de agua y bye bye también a los problemas de salir de vacaciones y andar colocando sistemas de riego automáticos o caseros que nos solucionen la papeleta. O, todavía mejor, nos ahorrarían pedir a algún familiar, amigo o vecino que pasase de vez en cuando a regarlas.

Pero si soñar es bonito también tiene mucho de utópico, sobre todo cuando, como ocurre esta vez, es requeteobvio que los sueños, sueños son. Por lo tanto, vayamos a lo práctico o, lo que es lo mismo, a inventar una lluvia particular, esas soluciones de riego que nos permitan mantener bien lozanas las plantas de interior y exterior en vacaciones.

Regar las plantas de interior

A la hora de mantener el nivel de humedad mínimo para que las plantas de interior no acaben echándose a perder podemos utilizar varios métodos, desde el típico cubo o zafa con agua para que las raíces vayan sirviéndose durante días hasta las típicas perlas de hidrogel que absorben el agua y van liberándola poco a poco.

También es factible adquirir pequeños depósitos de agua de vidrio o similares que son una alternativa decorativa a las botellas que se colocan boca abajo, con la boca enterrada en la tierra para que vayan liberando el agua.

Será fácil hacerlo directamente o, si lo preferimos, usando un accesorio específico, que se coloca igualmente en la misma boca de la botella, facilitando un goteo más uniforme y controlado.

También será de gran ayuda reforzar el efecto de esos depósitos envolviendo las plantas con una bolsa de plástico transparente para que el sol siga llegándoles, y a su vez dejando que el aire entre.

De este modo lograremos que el agua que se evapore quede pegada en forma de vapor en el plástico y luego por el mismo peso de la gravedad caiga y vuelva a aprovecharse, regándolas de nuevo.

Jardín bien cuidado

Ya tengamos un jardín bien hermoso o un balcón encantador lleno de plantitas e incluso unas cuantas plantas en el balcón, las plantas de exterior necesitan más, si cabe, de nuestra atención. No en vano, están a la intemperie, y el verano pega duro. ¿Cómo conseguir que el riego no les falte?

La opción idónea, lógicamente, es hacerles llegar el agua mediante un riego automático, gota a gota. Así conseguiremos no despilfarrar agua y mantenerlas durante nuestra ausencia.

Sin embargo, no siempre es fácil instalar este tipo de sistemas, y por otro lado tampoco tiene mucho sentido hacerlo solo para unos días en los que no vamos a estar. Por lo tanto, sería buen momento pensar si nos interesa instalarlo para todo el año y aprovechar nuestra partida para empezar a usarlo.

Eso sí, sería conveniente usarlo semanas antes para conocer bien su funcionamiento y no pagar la novatada, tanto nosotros como las plantas, que a fin de cuentas serían las que se llevarían la peor parte.

Además de colocar la típica botella enterrada boca abajo, como hemos mencionado para las plantas de interior, aprovechemos el mayor espacio que nos brinda el jardín para enterrar una botella bajo tierra, dejando la parte superior al descubierto, como muestra la imagen. Previamente le habremos hecho unos pequeños agujeritos para que vaya saliendo el agua de forma paulatina y, si queremos que el agua dure más, simplemente introduzcamos un trapo que la absorba y dejemos que la naturaleza se encargue del resto.