La energía eólica más verde la generan las turbinas eólicas más grandes. Según ha demostrado un estudio, si éstas son de grandes dimensiones producirán una electricidad más limpia, y dos son las razones: porque la tecnología permite fabricar las de mayor tamaño con gran eficiencia, y porque los materiales y diseños actuales permiten hacerlas de considerables dimensiones sin excesivos aumentos del material necesario para realizarlas.
Además, al ser más ligeras que antes, las turbinas eólicas gigantes también precisan menos combustible para trasladarlas, concluyen los científicos en un estdio que también demuestra que el tamaño medio de las turbinas comerciales ha ido aumentando en las últimas tres décadas, hasta multiplicarse por diez.
El trabajo se publicó en la revista Enviromental Science & Technology, y sus autores consideran que existe una tendencia general hacia la construcción de turbinas gigantes que corre paralela al aumento de la popularidad de la energía eólica. Actualmente, la eólica cubre el 2 por ciento de las necesidades eléctricas mundiales, y las previsiones hablan de un avance hasta alcanzar el 10 por ciento en el 2020.
Dentro de este contexto expansivo, el estudio prueba que la energía eólica no sólamente produce energía limpia cuando está en funcionamiento. También puede hacerlo por pasiva, en el proceso de fabricación, transporte, reciclaje y sobre todo en cuanto a los materiales utilizados en función de su tamaño. A nivel macro, una menor polución puede llegar a sumar cifras realmente importantes que tengan una gran trascendencia a la hora de contribuir a combatir el calentamiento global.
Por lo pronto, las conclusiones han sido optimistas, pues el estudio entiende que la actual tendencia hacia las grandes turbinas afecta de forma positiva >al impacto ambiental de la electricidad generada. Por lo tanto, en este caso, burro grande sí anda más. Más y mejor.