Día Internacional del Ozono 2016

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Destruir la capa de ozono es una especialidad humana de la que podemos estar bien poco orgullosos, y aunque el agujero está cerrándose, según viene informando la ONU en los últimos años, también es cierto que los abusos no cesan. Por esta razón sigue siendo muy importante celebrar hoy el Día Internacional del Ozono.

La celebración se inició en 1995 y desde entonces cada 16 de septiembre es el día para la concienciación de este problema ambiental que también repercute en la salud. Fue proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas y con él se conmemora el día en que se firmó el Protocolo de Montreal, cuyo objetivo es proteger la capa de ozono.

Preservar el clima y la capa de ozono

En las últimas tres décadas se ha conseguido dar un paso de gigante, pues la capa de ozono se está reponiendo y si seguimos así la ciencia pronostica que a mediados de siglo se habrá repuesto. Con dicho fin, seguir con este buen ritmo y a su vez contribuir a combatir el cambio climático, la efeméride se celebra este año bajo el lema «El ozono y el clima, recuperados por un mundo unido».

¿Pero, por qué están relacionados los esfuerzos para proteger la capa de ozono y frenar el cambio climático? La lucha contra el cambio climático y la preservación de aquella pueden realizarse de forma conjunta en numerosas ocasiones, tal y como reza el eslogan.

De hecho, la eliminación de sustancias que iban mermando el ozono han ayudado también a hacer frente al cambio climático. En términos generales, los científicos afirman que tanto ambas luchas nos ayudan a conseguir un planeta más verde y saludable.

Eso, sin olvidar que a diferencia del cambio climático, en este caso el ozono se pierde también por consecuencias naturales. Entre otras razones, influyen fenómenos naturales como las erupciones volcánicas, si bien el ser humano es responsable de la mayor parte de su deterioro.

Por otra parte, si la capa de ozono va reduciéndose, los efectos incluyen cambios en las temperaturas atmosféricas, con lo que también agrava las consecuencias del cambio climático. Se crean, por lo tanto, una serie de sinergias negativas por su misma interrelación.

Tal y como explica la Unión Europea explica en un informe publicado en este Día Internacional, además de los beneficios para la salud de las personas y el entorno, el deterioro de la capa de ozono también afecta a nivel económico. Un impacto que abarca un sinfín de áreas, entre ellas la relacionada con los gastos médicos ocasionados por los problemas generados.

La destrucción de la capa de ozono se traduce en consecuencias muy negativas para la salud: desde enfermedades respiratorias o inmunes a cánceres de piel o cataratas, entre otros trastornos. También produce un importante deterioro ambiental en ecosistemas terrestres y acuáticos, que de forma directa o indirecta igualmente nos afectan.

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¿Cómo podemos ayudar?

El objetivo, lógicamente, es intentar que los gases químicos no sean liberados a la atmósfera. Para ello es importante estar atentos cuando nos deshagamos de los aparatos de aire acondicionado y frigoríficos. Siempre hay que reciclarlos bien llevándolos a un ecoparque o dejando que los retiren personal que garantice su reciclado.

Haremos lo mismo también con las reparaciones y sustitución de elementos. Por otra parte, es importante enseñar a los más pequeños de la casa la importancia de proteger el entorno a través de pequeños gestos cotidianos. En relación a la capa de ozono, conocer de su existencia y el valor de preservarla es clave, al tiempo que toda la familia deber protegerse de la luz solar en las horas centrales del día.

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