El DualWash es un lavavajillas atípico, pero no por características tan inusuales como parecer un armario de cocina en el que guardar la vajilla, y además serlo, sino por algo todavía más sorprendente. Su manera de limpiar sin agua es, en realidad, lo que hace de este lavavajillas un electrodoméstico insólito.
¿Pero, entonces, con qué lava? Deja platos, vasos, cubiertos limpios como si se hubieran fregado mediante la tecnología del hielo seco, una sustancia cuyo poder limpiador es más silencioso y rápido que el agua. Por lo tanto, no utilizar agua equivale a ahorrarla y a una mayor eficiencia en el uso de este recurso tan valioso.
Pero no sólo se prescinde del agua, un adelanto ecológico importante (aunque lavar a mano derrocha más agua que un lavavajillas convencional), pues tampoco se usan productos limpiadores. Este revolucionario método prescinde también del detergente, pues el hielo seco o dióxido de carbono en estado sólido lo hace igualmente innecesario.
Su casi mágica actuación, que no es otra cosa que una reacción química, se logra cuando éste se sublima (se convierte gas sin pasar antes por el estado líquido) e impacta a gran presión sobre la vajilla. Resultado: el hielo seco se extiende por todas partes para eliminar la suciedad y la grasa, incluso las partículas sólidas que pudiera haber.
¿Pero, el hielo seco es tóxico? En las cantidades utilizadas en la máquina se entiende que no, pero en general se trata de un elemento tóxico, ya que es CO2. Por otra parte, tampoco creo yo que haya muchos estudios que analicen su inocuidad, y mucho menos que la prueben, sobre todo por lo novedoso de esta aplicación.
En fin, sea como fuere, apuntado queda. Lo cierto, al menos, es que el proceso se produce de forma instantánea, por lo que DualWash es una máquina veloz como ella sóla, explican sus creadores, un equipo de estudiantes de diseño industrial de la Universidad Técnica de Oriente Medio (METU), en Ankara, que han realizado el proyecto para Bosch y Siemens.