En el mundo de la aviación se están dando los primeros pasos hacia un vuelo diferente, basado en energías más limpias. Si el Solar Impulse 2 copa titulares por su épica vuelta al mundo, la opción eléctrica no está quedándose atrás con la irrupción del E-Fan de Airbus, un biplaza propulsado con una batería de litio que acaba de cruzar con éxito el Canal de la Mancha.
“No es solo una victoria, sino el principio de una gran innovación”, se congratula Jean Botti, director técnico y de innovación de Airbus Group. Un principio basado en hechos, plasmado en el E-Fan, el primer avión completamente eléctrico que no solo cumple con los estándares comerciales para volar sino que con su gran gesta, ahora, además, ya ha realizado un primer vuelo de tipo comercial.
Una gran apuesta por la aviación eléctrica
El E-Fan no aspira a solo tener un impacto mediático para concienciar sobre la importancia de buscar alternativas sostenibles, principal objetivo del Solar Impulse. El objetivo, en su caso, es la producción en serie, y los planes son inmediatos.
Las baterías le dan una autonomía de entre 5 y 7 horas, lo necesario para realizar la mayoría de los vuelos comerciales, pero hay que tener en cuenta que si bien el E-Fan cumple con los estándares de vuelo y alcanza una velocidad de hasta 200 k/h, es un modelo biplaza, por lo que se está intentando mejorar la capacidad de las baterías y también el tiempo de recarga.
A día de hoy, aunque el E-Fan es una dulce promesa y al tiempo una firme realidad, que ya apunta maneras, la aviación eléctrica comercial un jet de 90 asientos basado en la misma tecnología sigue siendo un sueño o, si se prefiere, pura ciencia ficción.
Sin embargo, las cosas podrían cambiar en apenas dos décadas. E incluso antes, pues si bien Airbus prevé hacer un avión comercial para pasajeros dentro de 20 años, siendo optimistas, en el iterin irá produciendo el E-Fan y versiones mejoradas. Primero, para los aeroclubs, que podrán adquirirlo por 200.000 euros, y en 2019 estarán ya disponibles para el gran público.
Un sueño hecho realidad
Airbus no trabaja sola. Ni siquiera es el principal impulsor de este proyecto. Que el E-Fan sea una realidad lo debemos a Didier Esteyne, el piloto que a bordo del E-Fan atravesó el Canal de la Mancha en 40 minutos, a unos 140 km/h.
De hecho, la start up creada en 2012 para desarrollar el proyecto con un capital de 50 millones de euros ha sido iniciativa de Esteyne, un hombre de mediana edad que lleva persiguiendo la idea desde la década de los ochenta. Fue en 1984 cuando inventó el “Cricri”, un avión híbrido con muchas limitaciones para transformarse en eléctrico, que necesitaba ayuda para despegar, que solo tenía 13 minutos de autonomía.
¿Qué nos depara el futuro?
Ahora, trabajando con la casa Airbus, el mañana pinta verde, tanto en lo que respecta a un futuro prometedor para el E-Fan, como a un esperanzador futuro para una aviación eléctrica. Eso, sin contar con las aportaciones que pueda traer la tecnología solar, también puntera, sobre todo gracias al Solar Impulse.
Si en solo 18 meses se ha conseguido hacer realidad un avión totalmente eléctrico que cumple los estándares de un vuelo comercial, muy probablemente nos esperen grandes sorpresas en un futuro próximo. De la mano de Airbus y Esteyne o, por qué no, de donde menos lo esperemos…
Y, quién sabe, quizá no sea necesario esperar a mediados de siglo para que los aeropuertos empiecen a llenarse de aviones silenciosos, bajos en carbono, libres de contaminación acústica, grandes aliados para frenar el avance del cambio climático basados en energías limpias.¡Qué maravilla seria, poder volar sin cargo de conciencia ambiental!