Las materias orgánicas son una parte del problema de qué hacer con los residuos con el fin de evitar que acaben en vertederos y generen un impacto ambiental nocivo. Sin embargo, existen formas de ponerlos en valor y evitar esas consecuencias sobre el efecto invernadero. Y una de ellas es utilizar esas materias orgánicas como compostaje. Un uso con el que se puede evitar, o al menos reducir, la emisión de dióxido de carbono a la atmósfera.
Menos emisiones
Esta utilización beneficiosa de la materia orgánica se ha puesto de manifiesto en un estudio que ha realizado la ONG Amigos de la Tierra. Un informe en el que se recoge que este empleo como compostaje permitiría evitar la emisión de un millón de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera en España.
El estudio ha tenido en cuenta el compost de 19 proveedores diferentes y 24 terrenos en los que se ha aplicado la materia orgánica, comprendiendo desde huertos a viñedos o dehesas con el fin de contribuir a la adaptación al cambio climático en territorios con características y condiciones diferentes como las comunidades de Aragón, Baleares, Cataluña, Galicia, La Rioja o Madrid.
Los resultados del estudio reflejan que una gestión incorrecta del uso de la tierra y del cambio climático son factores que propician la desertificación y la pérdida de suelo fértil. Un efecto que se puede minimizar con la utilización de compost.
En todos los suelos estudiados en esta investigación, la materia orgánica se incrementó entre el 4% y el 8,6% de media. Esto dio como resultado una mejora de la fertilidad del suelo y, en consecuencia, un incremento de la producción agrícola.
Este dato es especialmente importante porque se calcula que se pierden alrededor de 24.000 millones de toneladas de suelo fértil al año y más de un cuarto de las tierras no pueden utilizarse, según la ONU. Además, en España, el 70% del suelo está afectado por la desertización.
El compost también produjo un aumento de la porosidad y permeabilidad, mejorando la aireación y el flujo de agua, aparte de contribuir a una mayor fijación de nutrientes. También el Ph fue más equilibrado, llegando a situarse en valores próximos a la neutralidad.
El estudio
El estudio, titulado ‘El compostaje, un aliado contra la crisis climática’, compila los resultados de una investigación sobre la materia orgánica de los suelos en los que, en algunos de ellos, su presencia se ha multiplicado por cuatro.
En el trabajo, que ha sido llevado a cabo por esta organización no gubernamental y la Universidad de Santiago, agrupa el análisis de distintos compost y suelos en territorios que tienen características diferentes.
Además, forman parte del proyecto ‘Aplicación de compost procedente de residuos municipales a suelos agrícolas y pastos’, que cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica.
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