Cuando se habla de contaminación, muchas veces se tiende a pensar en el humo, la calidad del nivel del aire, las aguas o el suelo. Sin embargo, hay otro tipo de contaminación que, igualmente, es perjudicial para la salud. Se trata de la contaminación acústica o ruido, que también es la responsable de muertes prematuras. De hecho, se calcula que alrededor de 10.000 fallecimientos en Europa cada año están vinculados con esta causa.
Situación
Aunque el ruido forma parte de la contaminación ambiental, lo cierto es que sus efectos nocivos sobre la salud son menos conocidos en comparación con los que producen otros agentes contaminantes.
Sin embargo, sí hay una relación causa-efecto, que ha hecho que el ruido se haya convertido en uno de los problemas ambientales más importantes de la sociedad actual por esos efectos nocivos en la salud humana.
Y esto es especialmente importante porque, por ejemplo, en España, una cuarta parte de la población está expuesta a niveles superiores de ruido a los que se establecen como umbral en el seno de la Unión Europea: es decir más de 55 dB durante el día y 50 dB por la noche.
El mayor problema se concentra en los principales núcleos poblacionales de las ciudades en las que alrededor del 46,5% de los ciudadanos señala que la localidad en la que viven es muy ruidosa. Un porcentaje que en grandes ciudades como Madrid llega al 74%.
Los problemas
La mayoría de los españoles considera que el ruido que se produce en el exterior de su vivienda afecta a su forma de vida de manera significativa. Es lo que afirma un 76%. También es significativo que el 30% de las personas reconozca que esa situación es frecuente y molesta.
Principalmente, los españoles –en torno al 89,5%-, consideran que el ruido produce pérdida de la capacidad auditiva, aunque no es el único problema. Para el 84,5% también genera perturbaciones o alternaciones en el sueño. Además, un 35,3% apunta su influencia en el rendimiento cognitivo tanto en niños como en adultos.
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