Hacer un dentífrico casero con ingredientes ecológicos es sencillo, tal y como vimos en un reciente post, y no lo es menos confeccionar un colutorio que contenga ingredientes bio. Es fácil, económico, saludable y un gesto en favor del entorno.
De hecho, tenemos de nuestra parte lo más importante para lograr grandes resultados, y ese gran aliado no es otro que la naturaleza. No sólo las hierbas y sus propiedades, estudiadas por la medicina tradicional desde la noche de los tiempos para usos cosméticos y terapéuticos, sino otros muchos ingredientes que también son naturales, como la arcilla blanca, el bicarbonato o las frutas, pongamos por caso.
Algunos de los ingredientes que utilizamos para hacer el dentífrico pueden servir también para hacer el enjuague. Su uso conjunto, además, es un buen hábito, que mejorará nuestra salud bucodental día a día si somos constantes.
La salvia, el romero o el tomillo, por ejemplo, tienen propiedades antisépticas, analgésicas, antiinflamatorias y astringentes, con lo que los enjuagues que las contengan serán un buen remedio contra la inflamación de encías o llagas. Además, en especial los dos últimos, nos ayudarán a combatir el mal aliento.
Del mismo modo, la menta es eficaz contra la alitosis, refresca y calma los dolores dentales. O, entre otros, la sal marina, el bicarbonato de sodio y la arcilla blanca ayudan a controlar la proliferación microbiana y son idóneos como enjuague bucal, reforzando sus efectos si se añaden conjuntamente.
Una formulación sencilla
Para elaborar un enjuague bucal ecológico, básicamente habremos de utilizar los ingredientes procedentes de la agricultura ecológica, bien sea de nuestro propio huerto urbano o adquiriéndolos con el correspondiente certificado ecológico, a ser posible buscando que tengan el logo europeo.
No es necesario añadir ingredientes químicos para que un enjuague bucal resulte efectivo. Muy al contrario, prescindiendo de ellos evitamos posibles riesgos, como el asociado a la clorexidina y otros elementos tóxicos, como el flúor, de cuyo peligro advierten los expertos.
Enjuague bucal de menta
Vamos a aprender a hacer en casa un enjuague bucal casero que combate las bacterias y deja el aliento fresco, gracias a la menta. Incluso puede utilizarse en cualquier momento para tener una agradable sensación de frescor, sin necesidad de hacerlo sólo después de las comidas y, obviamente, sin ingerirlo.
Y, por supuesto, si prefieres otro sabor, sustituye la menta por otra hierba, cuidando que sea bio y, por precaución, también asegurándote de que no tienes alergia a ella. No olvidemos que algunas plantas pueden provocar reacciones alérgicas en algunas personas.
Otra opción es reemplazar la hierba por unas gotas de aceite esencial, que también podemos hacer nosotros mismos, teniendo en cuenta sus propiedades y eligiendo la que más nos convengan a nivel terapéutico (consultar con el médico si pretendemos darle un uso curativo) y por preferencias.
Tengamos en cuenta que las plantas antisépticas ayudarán a mejorar la salud de nuestras encías y de la boca en general. Si no tenemos dentífrico, cepillarse la boca mojando el cepillo en el colutorio es una buena alternativa, y precisamente por ello es importante que los ingredientes tengan propiedades antibacterianas y antimicrobianas.
Para hacer el colutorio bio con sabor a menta necesitamos media taza de agua, una cucharadita de aceite de coco orgánico, tres gotas de aceite esencial de menta gotas de aceite esencial de menta bio y un poquito de sal marina bio y una pizca de bicarbonato de sodio.
Prepararlo no nos llevará ni un minuto y el resultado será un enjuague antibacteriano y refrescante, que actúa contra las caries y previene la formación de placa. Es posible preparar más cantidad y guardarla durante unos días en una botella, que podemos conservar en el frigo o en el mismo cuarto de baño.