Ideas para hacer jardines verticales con plantas de interior

Los jardines verticales son una forma original de decorar con plantas nuestro jardín o el interior de la casa, pero no sólo eso, porque además ayudan a purificar el aire, dan un toque verde que agradece la vista y el alma y, por qué no, incluso podemos optar por plantas aromáticas y comestibles.

En las casas nunca sobra el espacio, y precisamente por ello colgar plantas de la pared, la esencia del jardín vertical, es una tendencia en alza. Su concepto es sencillo, pero al mismo tiempo innovador, y lograr bonitas composiciones despierta el interés y la curiosidad, ya que además requiere un mínimo conocimiento de las técnicas necesarias para que sea todo un éxito.

Naturaleza en la pared

Podemos encontrar múltiples alternativas, desde los jardines verticales de interior muy elaborados, que requieren la ayuda de jardineros especializados, hasta las composiciones propias, al alcance de cualquier persona que tenga ganas de ponerse manos a la obra y simplemente siga unos cuantos principios básicos.

Siempre que contemos con una buena estructura para colgar en la pared y la sepamos adaptar a las plantas, tendremos ya una buena parte ganada. Es fundamental, además, cuidar que las plantas tengan una tierra aireada y no acaben provocando humedades en la pared, nefastas para ellas y, por supuesto, también para la salubridad del hogar. El truco está en dejar el suficiente espacio.

Las estructuras que se comercializan para este fin suelen estar preparadas para evitar estos problemas. Si las adquieres, tendrás solucionado este punto, pero si te atreves con pequeñas obras de bricolaje, igualmente puedes copiar su diseño para inspirar tu propia creación en forma de panel horizontal, vertical, con más o menos compartimentos, de uno u otro tamaño, color, materiales…

El riego y la luz natural

La elección de las plantas y de la ubicación es una cuestión que va unida. Si por un lado prácticamente cualquier planta ornamental o comestible puede servir, eso sí, teniendo en cuenta que su altura puede ser un inconveniente, por otro lado su situación cerca de la luz natural sería lo más recomendable. Dependiendo del tipo de plantas que elijamos, preferentemente que requieran un riego y luz similares, será mejor elegir un punto donde dé el sol de forma más o menos directa. De hecho, elegir las plantas en función de las necesidades de riego y luz es clave para tener éxito.

Si la decoración no es lo prioritario, un jardín vertical puede obedecer a otras preferencias o necesidades, como cultivar vegetales o incluso plantas ornamentales con flores comestibles o aromáticas, como el romero, el tomillo, el espliego, eneldo, perejil, albahaca…

Si optamos por tener una mini huerta vertical, es prioritario tener un plan de riego regular, pues las plantas de huerta suelen requerir un riego intensivo. Del mismo modo, habrá que regularlo en función de las necesidades de productividad que deseemos. Salvo excepciones, el sol directo también es fundamental en estos casos.

Otra opción es elegir plantas de tipo selvático y combinarlas al azar, para así obtener un resultado selvático. Las flores también ofrecen muchas posibilidades por formas y colores, permitiendo composiciones que son auténticos estallidos de alegría. Su aspecto cambiará radicalmente según combinemos distintos verdes, hojas de diferentes tamaños y formas…

Su mantenimiento es sencillo, simplemente hay que regar o tener programado el riego cada varios días y añadirle abono, sin más complicaciones. A cambio, obtendremos belleza, naturaleza, un aire más limpio y acondicionado. Si deseamos potenciar la purificación del aire, elijamos una planta adecuada, como la hiedra inglesa o Hedera como “una solución para las alergias”, el helecho de Boston o Nephrolepis Exalta, ambas en una lista de plantas purificadoras de aire elaborada por la NASA. Por último, tengamos cuidado con las plantas venenosas para nuestras mascotas. Gatos, perros o aves pueden encaramarse a la pared e ingerirlas, por muy altas que estén pueden caer algunas hojas, volar o trepar y alcanzarlas.