Decorar nuestro hogar, la oficina o un comercio de cualquier tipo con piñas es algo muy visto. Sin embargo, colocándolas aquí o allí, dándoles un toquecito de color o acompañándolas con lazos, cuerdas u otros objetos como velas, por ejemplo, conseguiremos un resultado mucho más original.
Matizando lo de manido, en realidad las piñas naturales, es decir, colocadas tal cual, siempre tienen su encanto y no dejan de ser una interesante manera de decorar nuestro hogar de un modo fácil, económico, con todo el sabor de estas fiestas. Además, tampoco necesitan transformación alguna como complemento perfecto en coronas navideñas, haciendo las veces de adornos en el árbol o en centros de mesa, pongamos por caso.
Darles color con cualquier pintura que tengamos por casa las transformará tremendamente, en cuyo caso evitemos usar pinturas de olores fuertes para no polucionar el ambiente de casa con ellas. Igualmente, quedan geniales si espolvoreamos sobre cola transparente purpurina de colores.
Doradas y plateadas
El tono plateado es perfecto para que parezcan nevadas y el dorado da un toque de distinción tremendamente festivo, mientras el rojo es un color muy típico. Sin embargo, también es perfecto cualquier otro color, ya sea de modo monocromático o multicolor.
Si tenemos un jarrón o recipiente de vidrio de boca ancha o similar a un jarrón medianamente grande, una idea es colocar diez o doce piñas pintadas de colores o al natural, junto con un poco de espumillón o algunas bolas típicas de Navidad.
Hacer un centro de mesa navideño también es sencillo. Será más que suficiente con una vela, unas cuantas piñas, o quizás tan sólo una o dos, junto con una o más bolas, cintas y unas hojas del mismo pino o, idealmente, de muérdago.