Una joven de Boston ha querido aunar dos de sus pasiones: la jardinería y la tecnología. Su objetivo es diseñar un invernadero para jardín que esté controlado por dispositivos electrónicos de modo que sea más eficiente en la gestión de riego y, en general, en el cuidado de las plantas. Desarrolla el proyecto en el patio trasero de su propia casa y está a disposición de cualquiera que quiera imitarlo o mejorarlo. Además, este invernadero puede ir dirigido a personas que les gusten las plantas, pero sin mucho tiempo para ocuparse de ellas.
El invernadero tecnológico ha sido bautizado como Plantduino. La clave de su valor es que es un sistema de riego automático que analiza la temperatura y otras condiciones ambientales. Está compuesto por sensores que ponen en funcionamiento el sistema de riego sólo cuando es necesario.
El sistema es especialmente útil para cualquier lugar en que el clima sea cambiante y haya que estar muy atento a tales cambios a la hora de cuidar las plantas y cultivos. El riego debe adaptarse a la temperatura y a la humedad que haya en el ambiente.
Pero para su creadora, otro aspecto esencial del proyecto es que sea público para que cualquier persona pueda seguir sus pasos y construir su propio invernadero automatizado. Crear un invernadero que sea fácil de gestionar es una manera fácil de obtener verduras más sanas y baratas. El funcionamiento de un invernadero se basa en atrapar el calor del sol que entra por las cubiertas transparentes para que las plantas crezcan más rápido y en mejores condiciones. Se crea, así, un microclima controlado.
Siguiendo unos pocos pasos bien detallados en los que se usan materiales fáciles de conseguir, cualquier persona puede lanzarse a construir su propio invernadero y cultivar plantas. El proyecto Plantduino ha ganado el segundo premio de Instructables dentro de la categoría de microcontroladores, un concurso de innovación tecnológica.