Evitar los incendios forestales no es tarea fácil. Sin embargo, hay actividades que pueden contribuir a reducir su incidencia y a que se produzcan. Es el caso de la relacionada con la resina. Y es que, de acuerdo con un estudio liderado por el CSIC, la actividad resinera en los pinares ayuda a minimizar el riesgo de incendios forestales, además de presentar otra serie de ventajas al ayudar a asentar población y mantener el hábitat. Y eso no es todo porque también se contribuye a mermar los efectos del cambio climático y cuesta menos que el abandono rural.
El estudio
La investigación realizada se ha centrado en estudiar los servicios asociados a los pinares más allá de su valor económico. De esta manera, se ha podido comprobar que la actividad de la resina sería beneficiosa tanto desde el punto de vista ambiental como social, aparte de su vertiente económica.
La principal razón de estos beneficios radica en que la resina que se obtiene en Europa es procedente de los bosques seminaturales con manejo sostenible.
Además, el 90% de los bosques en España tiene una gestión pública y se han conservado gracias al trabajo que han realizado muchos municipios, que los han utilizado de forma tradicional para obtener madera, leña, resina, piñones o setas, aparte de para el pastoreo o caza.
De esta manera, el abandono de esta actividad supondría poner en peligro a estos ecosistemas de alto valor cultural, lo que conllevaría a su vez una pérdida de bienestar, aparte de no ofrecer alternativas económicas y laborales en el medio rural.
La importancia de la resina
Durante los meses de verano, las personas que realizan la actividad de extraer la resina de los árboles son claves en la lucha contra los incendios, ya que los detectan rápidamente.
Además, podan las ramas más débiles y secas que están en los árboles y van eliminando restos vegetales que arden con gran facilidad. Con estas acciones, se protege así a la vegetación que rodea a los árboles.
Con el abandono de esta actividad resinera, aumentaría el riesgo de incendios y se dejaría de proporcionar hábitats en los que viven especies singulares y cuya supervivencia está asociada a los pinares.
El estudio, recientemente publicado en Science of the Total Environment, cuenta con la participación del Museo Nacional de Ciencias Naturales del CSIC, aparte de la colaboración del Instituto Universitario de Gestión Forestal Sostenible de la Universidad de Valladolid, la Universidad de Zaragoza y la Universidad Complutense de Madrid.
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