A propósito del comienzo de la semana de la bici en Barcelona, todo un referente en movilidad sostenible, y en otras ciudades españolas, traigo a colación un nuevo estudio que asegura que darle a los pedales puede traer problemas sexuales a las féminas. En concreto, la Universidad de Yale concluyó que las mujeres que utilizan la bicicleta de forma regular pierden sensibilidad en su área pélvica o genital y, esto es lo mejor, también encontró soluciones. Estudios anteriores hicieron lo propio con los hombres. Seas hombre o mujer, en este post te damos las claves para que sigas pedaleando sin perder ni un ápice de tu potencial amatorio.
La investigación dedujo de ello que las ciclistas consumadas sienten menos placer durante el sexo, especialmente si el manillar está a una altura más baja que el sillín. «El manillar un poco más abajo que el sillín está correlacionado con una sensación de hormigueo y un aumento de las presiones del perineo, disminuyendo la sensibilidad en la zona vaginal», concluye el estudio.
Por lo tanto, no es necesario renunciar a un medio de transporte tan ecológico y saludable para evitar estos curiosos y fastidiosos efectos secundarios. El truco para seguir pedaleando sin afectar la sensibilidad de la zona está en controlar la simetría del manillar y del sillín. Y la solución para ellas sería, precisamente, ajustarlos a la misma altura. Lo que nos deja la duda de si la bici estática supone o no una amenaza para una vida sexual satisfactoria.
Pero, ojo, en realidad esta sería una solución a medias, porque sigue existiendo el riesgo de sentir hormigueo y disminución de sensibilidad genital, aunque así quede menos comprometida, apuntan los científicos.
La investigación se publicó en el Journal of Sexual Medicine y durante la misma se analizó durante un mes a 48 mujeres que recorrían una media de 10 a 16 kilómetros semanales. A diferencia de una investigación anterior que relacionó la pérdida de sensibilidad genital con la bicicleta en las mujeres, este trabajo ha conseguido dar con las razones que lo provocaban.
Otros estudios realizados con hombres han asociado bicicleta y adormecimiento de genitales, con resultado de disfunción eréctil. Sin embargo, para ellos el problema estaba precisamente en lo contrario, que el manillar estaba a una altura superior o igual a la del sillín. De nuevo, la solución para ellos pasa por colocar el manillar a una altura inferior a la del sillín. Y luego dicen que hombres y mujeres no se entienden… ¿No será que tenemos necesidades distintas?